Unos 400 efectivos, 9 aviones, 9 helicópteros y un satélite de comunicación para zonas interiores, parte del dispositivo del Consell
VALÈNCIA, 26 (EUROPA PRESS)
La Comunitat Valenciana se prepara para afrontar una de las campañas de incendios forestales "más difíciles" de la historia por tres motivos fundamentales: la Covid-19, la previsión de un verano seco y el crecimiento notable de la vegetación ante una primavera muy lluviosa.
Así lo ha puesto de manifiesto este martes la consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, en una rueda de prensa por videoconferencia en la que ha detallado el Plan contra Incendios Forestales de la Generalitat previsto para este verano 2020.
"Este año nos enfrentamos a una de las campañas de incendios más difíciles de la historia", ha comenzado Bravo la rueda de prensa, y ha aludido en primer lugar a la incidencia del Covid-19, que obliga a la Generalitat a tomar medidas extraordinarias para el personal de Emergencias.
Así mismo, la consellera ha afirmado que en esta campaña los efectivos se enfrentan a un crecimiento notable de la vegetación al haber pasado la primavera más lluviosa de los últimos 50 años; y a la previsión de afrontar un verano muy seco y de temperaturas muy altas como consecuencia del cambio climático.
Ante esta situación, desde la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias se ha hecho un "esfuerzo" en la puesta en marcha de recursos porque este verano, ha insistido la consellera, "va a ser singular". Preguntada en este punto por si hay variación respecto a 2019 en cuanto a medios y presupuesto destinado, Bravo ha indicado que los recursos personales "son los mismos", al igual que el presupuesto, que es "similar" y ronda los 80 millones de euros.
En total, la Generalitat coordinará a más de un millar de profesionales altamente especializados en el momento en el que se declare un incendio.
La Agencia de Emergencias tiene preparado un dispositivo permanente de 432 personas entre medios terrestres y aéreos y, a ellos, se suman los medios de prevención de la Conselleria de Agricultura, así como los efectivos de los tres Consorcios Provinciales de Bomberos, la UME, la Guardia Civil, la Policía Local y la Policía de la Generalitat, ha especificado.
Así mismo, se dispondrá de nueve aviones y otros nueve helicópteros repartidos en aeródromos y bases. Como novedad, esta campaña incluye la puesta en funcionamiento de una nueva Unidad de Comunicación Avanzada SATCOM-2, "tecnología que da solución a los problemas de falta de comunicación que había en las zonas de interior. Gracias a esta unidad podemos ampliar la red de comunicación a cualquier punto del territorio", ha destacado Bravo. Además, este sistema permitirá enviar imágenes de incendios captadas en tiempo real.
Por otro lado, desde el 1 de julio hasta el 31 de agosto el '112 Comunitat Valenciana' aumentará su personal en un 18%, ha detallado la consellera.
En cuanto a las medidas previstas frente al coronavirus, Bravo ha explicado que se han adoptado todas las medidas higiénicas necesarias, se han intensificado las labores de desinfección y se ha provisto al personal de Emergencias de equipos EPI necesarios para poder actuar.
Bravo, quien ha pedido "corresponsabilidad a la ciudadanía", ha afirmado que "las bases están organizadas con las medidas de seguridad para evitar que en el marco de las funciones encomendadas, su trabajo no se convierta en riesgo para la salud".
Sobre la incidencia del Covid-19 en el presupuesto para la prevención de incendios, la consellera ha destacado que el esfuerzo económico que se ha hecho para hacer frente al coronavirus no va a afectar "en absoluto" a estas labores de prevención. "Lo que está en juego no es solo el patrimonio forestal, sino la vida de las personas", ha dicho.
LAS CIFRAS EN 2019
El '112 Comunitat Valenciana' recibió el año pasado un total de 1.025 llamadas, todas ellas relacionadas con incendios de vegetación. Bravo ha recordado que 2019 fue el año con el menor número de incendios registrados desde 1986: hubo 273 siniestros en los que se quemaron 969 hectáreas. El más importante fue el de Benissa (Alicante), que representó el 86% de hectáreas quemadas.
Los bomberos de la Generalitat, durante el pasado año, participaron en la extinción de 251 incendios, mientras que en los 22 restantes no fue necesaria su presencia.