MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
La Agencia Estatal de Meteorología ha señalado este martes que si bien la temperatura global del planeta ha aumentado desde la época preindustrial 1,1 grados centígrados, este aumento es de hasta 1,7 grados centígrados en España, donde desde 1970 cada década es más cálida que la anterior.
Tras la publicación este martes del informe de la Organización Meteorológica Mundial sobre el Estado del Clima en 2019 el portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, ha destacado a Europa Press que el trabajo presentado por el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, señala que el quinquenio 2015-2019 es el más cálido desde que hay registros.
El Grupo de Expertos de Cambio Climático de la ONU considera que para lograr evitar efectos catastróficos e irreversibles, se debería limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados. Si bien, Del Campo ha dicho que en cada zona del planeta la situación es diferente y se estima que los Polos y el Mediterráneo serán unos de los puntos donde el calentamiento previsto será mayor.
Además ha recordado que Taalas ha recordado que este año las emisiones de gases de efecto invernadero llegaron también a una concentración "sin precedentes en tres millones de años", hasta los 408.7 partes por millón. Del Campo ha subrayado que el Observatorio de Izaña de la AEMET, se han llegado a medir 419 partes por millón.
Respecto a España ha subrayado que el periodo 2011 a 2019, es decir lo que va de década ha sido "más cálido que las cuatro décadas anteriores", ya que desde 1970 cada década ha tenido una temperatura mayor que la de la década anterior. "La década más cálida de la historia es la actual", ha sentenciado.
Incluso ha insistido en que además de que cada década es más cálida que la anterior, cinco de los siete años más cálidos han tenido lugar entre 2011 y 2018, es decir en esta década sin contar con 2019 que, si bien no ha terminado, Del Campo prevé que también terminará como un año "cálido".
Entre los eventos meteorológicos extremos de este año, además de las olas de calor se ha referido al huracán Lorenzo, que con categoría 5 ha sido el más cercano a nuestras latitudes.
Otro de los datos más significativos del informe de la OMM ha apuntado que tras el quinquenio y la década más cálidas es que adelanta que 2019 terminará como el segundo o tercer año más caluroso desde que hay registros a nivel mundial "No nos queda mucho margen", ha manifestado Del Campo que ha recordado que el IPC considera "muy importante" lograr limitar el aumento de la temperatura a 1,5ºC porque con 2ºC los efectos sobre los ecosistemas "podrían ser irreversibles".
"Si no hacemos algo de manera urgente se puede superar el calentamiento de 3ºC, lo que daría lugar a impactos impredecibles", advierte el portavoz.
Asimismo, ha detallado que uno de los fenómenos meteorológicos que en España se pueden asociar "con mayor confianza" al cambio climático son las olas de calor respecto a las que ha indicado que Taalas ha advertido de que de tener una recurrencia de una ola de calor por siglo, su frecuencia podría multiplicarse por diez e incluso ser tan frecuentes que podrían darse una vez al año.
"Esto encaja con las olas de calor, como la del 26 de junio al 1 de julio de este año en España y que fue muy temprana y dejó temperaturas récord, como en Madrid, que alcanzó 40,7ºC, según Del Campo, que ha añadido que a raíz de la ola de calor se llegó a la conclusión de que "en esta década, la probabilidad de una ola de calor como la de junio se ha multiplicado por diez respecto a la probabilidad que había en los años 80".
En cuanto al aumento de los episodios de las lluvias torrenciales, ha dicho que aunque son "puntuales" y es complicado determinar que tengan que ver con el cambio climático "sí hay probabilidad de que estas lluvias dejen mayor cantidad de agua motivada por el calentamiento global". Lo que sí ha constatado la AEMET es que parece que en el Mediterráneo la cantidad de precipitación anual no ha cambiado demasiado pero se ha concentrado en "unos pocos días".
En todo caso, ha dicho que las precipitaciones en España son irregulares, con habituales sequías históricas seguidas de años lluviosos.