Si la semana pasada era Bloomberg quien avisaba, a través de un artículo en el que citaba a pediatras estadounidenses, de que el otoño traerá una ola de niños con la afección grave denominaba síndrome inflamatorio multisistémico infantil (MIS-C), provocada por el Covid, este lunes es 'The Wall Street Journal' quien lleva en portada este tema.
Según el diario, los hospitales del Sur y Medio-Oeste de EEUU, zonas más reticentes a la vacuna, han advertido de que están tratando a más niños con Covid-19 que nunca y se están preparando para que se produzcan oleadas peores.
Noticia relacionada
'WSJ' recoge que los casos se han disparado en las últimas seis semanas a medida que la variante Delta se propaga principalmente entre personas no vacunadas. Los expertos en salud pública afirman que esto está provocando que haya más niños enfermos en los lugares en los que la variante se propaga en la comunidad.
Los niños menores de 12 años aún no pueden ser vacunados, y las tasas de vacunación de los que tienen entre 12 y 17 años siguen siendo relativamente bajas, según los datos recopilados por la Academia Americana de Pediatría. Aunque los niños son mucho menos propensos que los adultos a desarrollar Covid-19 grave o a morir a causa del virus, los datos recientes del Departamento de Salud y Servicios Humanos muestran que las hospitalizaciones pediátricas por Covid-19 están en el punto más alto desde que la agencia comenzó a hacer un seguimiento el año pasado, impulsadas por los Estados que han sido golpeados fuertemente por la variante Delta.
Los hospitales infantiles se están preparando para recibir aún más casos con la reapertura de los colegios, añade 'WSJ', en línea con lo que publicaba la semana pasada Bloomberg. Así, están contratando más personal de enfermería, modificando los protocolos de alta, acelerando la limpieza de las habitaciones, elaborando planes de contingencia para ampliar la capacidad de camas y preparando al personal para un aumento del síndrome inflamatorio multisistémico en niños, o MIS-C.
El síndrome inflamatorio multisistémico infantil, una enfermedad rara que puede aparecer varias semanas después de la infección por Covid-19, puede provocar daños en los órganos o incluso la muerte si no se diagnostica y trata adecuadamente.
