MADRID, 29 (EUROPA PRESS)

Una microbiota sana protege frente a gérmenes y refuerza el sistema inmunitario intestinal, según han asegurado desde la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) con motivo de la celebración del Día Mundial de la Salud Digestiva.

En este sentido, la organización ha comentado que para obtener una buena microbiota intestinal y salud digestiva es necesario evitar el estrés, el tabaco, el alcohol y el sedentarismo; mantener una alimentación variada; intentar reducir el consumo de carne procesada; consumir alimentos fermentados; e ingerir grasas de buena calidad.

La microbiota es un conjunto de microorganismos que se encuentran en el cuerpo y que cumplen funciones importantes en la salud y en la enfermedad, y además, actúa como un órgano más. Es fundamental para tener una buena salud digestiva, ya que ayuda a proteger el aparato digestivo de otros microorganismos patógenos oportunistas (causantes de enfermedades), además de estimular el sistema inmunológico y ayudar a realizar parte de la digestión.

"En el tubo digestivo existen entre 10 y 100 billones de bacterias, lo que representa una masa de casi 2 kilos de peso. Se trata de una comunidad muy rica y diversa que se extiende por todo el sistema digestivo. En el esófago y el estómago existe una concentración muy baja o nula de bacterias. Sin embargo, en el intestino, y a medida que vamos bajando por el sistema digestivo, la concentración es mayor, por lo que en el colon es donde existe la mayor densidad de población de bacterias", ha detallado la especialista en Aparato Digestivo y responsable del Comité de Actividades Fundacionales de la FEAD, Mileidis San Juan Acosta.

La microbiota tiene varias funciones, pero la principal es que, protege frente a gérmenes que puedan causar enfermedades y actúa en el sistema inmunitario intestinal y periférico sobre el eje microbiota - sistema nervioso - pared intestinal. De hecho, solo un tercio de la microbiota intestinal es común a la mayoría de la población, mientras que los otros dos tercios son específicos de cada persona.

La microbiota está determinada por los genes, el ambiente en el que se vive y la alimentación. Así, ya desde pequeños, la lactancia materna influye en la microbiota así como una dieta adecuada a lo largo de nuestra vida.

Por todo ello, y dado que todos los componentes de la dieta influyen, FEAD ha aconsejado una dieta diversa en frutas, verduras y fibra, para promover un microbioma diverso y saludable. Además, ha destacado la importancia de minimizar el uso de azúcares refinados y grasas saturadas, y tener cuidado con el alcohol y algunas especias.

"Es muy importante el correcto equilibrio de la microbiota intestinal, porque cuando ésta se desequilibra, hablamos de una disbiosis intestinal, y la disbiosis, puede estar relacionada con diarreas, obesidad y enfermedad inflamatoria intestinal. De igual manera, los antibióticos producen alteración de la microbiota intestinal, por lo que no se debe abusar de su uso y solo tomarlos bajo indicación de un médico. Además, el abuso de los antibióticos favorece el desarrollo de cepas patógenas resistentes", ha aseverado San Juan.

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