MADRID, 11 (EUROPA PRESS)

Un estudio comparativo de las guías de sincope americana y europea, publicado en la revista 'Journal of the American College of Cardiology', revela que, aunque no hay diferencias sustanciales, sí que hay aspectos que determinen diferencias en la estrategia diagnostica de determinados pacientes a cada lado del Atlántico.

El síncope es una pérdida transitoria de la conciencia causada por la reducción del flujo sanguíneo al cerebro. Aproximadamente la mitad de las personas tienen un evento sincopal durante su vida, lo que representa el 1 al 3 por ciento de las visitas al servicio de urgencias y 6 por ciento de ingresos hospitalarios. El tipo más común es el síncope vasovagal, comúnmente conocido como desmayo o lipotimia, que frecuentemente se desencadena por descargas emocionales, como dolor, miedo, o la visión de sangre.

"Uno de las primeras diferencias que destacamos es el enfoque. Mientras en la guía americana la mayoría de los autores son cardiólogos, en las guía europea menos del 50 por ciento son especialistas en cardiología y cuenta con la participación de médicos internistas, médicos de urgencias, neurólogos, geriatras, especialistas en disfunción autonómica y personal de enfermería. De esta forma, las guías europeas plantean el sincope desde un punto de vista más global y menos focalizado en los elementos cardiológicos", explica uno de los autores del estudio, Ángel Moya, director del Área de Cardiología del Hospital Univesitari Dexeus.

Según el estudio, las guías europeas enfatizan la monitorización electrocardiográfica prolongada para tratar de matizar el tipo de tratamiento según cada tipo de paciente. Sin embargo, en las guías americanas existe menos tendencia a indicar este tipo de monitorización.

También existen algunas diferencias en los tratamientos farmacológicos de cada una de las guías y en el papel de los familiares cuando se produce el síncope. En la guía europea se recomienda a los familiares grabar con el móvil el síncope para facilitar el diagnóstico.Otra de las diferencias es que en la guía europea se discute de forma muy específica y detallada el síncope por disfunción autonómica y por hipotensión ortostática mientras que la guía estadounidense no entra tanto al detalle.

En la guía americana, los pacientes que presentan síncope y bloqueo de rama son directamente candidatos a ponerse un marcapasos. Por el contrario, la guía europea presenta un algoritmo muy detallado para los pacientes que presentan estos tipos de síncope con el objetivo con el objetivo de identificar a los pacientes claramente candidatos y evitar la implantación de marcapasos innecesarios.

"En Estados Unidos, si un paciente presenta un síncope de bloqueo de rama le pondrán un marcapasos seguro. En Europa se le realizará un estudio electrofisiológico, y si este no es concluyente, estudios adicionales, entre ellos la implantación de un Holter implantable, con la finalidad de identificar a los pacientes realmente candidatos a marcapasos. Así que, aunque las diferencias no son sustanciales. En determinados casos, el tratamiento del síncope puede ser diferente según si es tratado en Estados Unidos o en un país europeo", cuenta Moya.

Tras las diferencias en estas guías se esconden, según el doctor, diferencias en el sistema de sanidad de la sociedad estadounidense y la europea, así como una mayor judicialización del sistema sanitario en Estados Unidos, "lo que lleva en algunos casos a los facultativos a tomar decisiones para protegerse antes de disponer de todos los elementos diagnósticos". "Por otra parte, la interpretación de la literatura científica, no siempre es lineal, y puede haber matices de interpretación que pueden llevar a este tipo de diferencias en las guías" concluye.

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