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Estación Espacial InternacionalNASA - Archivo

MADRID, 4 (EUROPA PRESS)

Investigadores estadounidenses han concluido, tras analizar durante seis meses a los astronautas que viven en la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), que tanto la función de las células B, claves en el sistema inmunológico humano, como la producción de anticuerpos apenas se ven alteradas en su estancia fuera de la Tierra.

"Este es el primer estudio que muestra de manera integral que los vuelos espaciales de larga duración en astronautas tienen un efecto limitado en la frecuencia de las células B y en la producción de anticuerpos", apunta John Campbell, científico del Departamento de Salud de la Universidad de Bath (Reino Unido).

Junto con el investigador Guillaume Spielmann, profesor asistente de la Escuela de Kinesiología de la Universidad Estatal de Louisiana (Reino Unido), recolectaron muestras de sangre de astronautas antes, durante y después de 6 meses viviendo en la ISS. Los resultados sugieren que la capacidad inmunitaria de las células B no se vio afectada.

Estos hallazgos, publicados en la revista 'Journal of Applied Physiology', pueden respaldar el uso de contramedidas basadas en vacunas en vuelo para proteger a los astronautas de la desregulación inmune y las reactivaciones virales latentes sintomáticas que se sabe que ocurren en misiones de mayor duración, como un posible viaje a Marte.

Hasta ahora, debido a las limitaciones logísticas de los vuelos espaciales, la mayor parte de la inmunología espacial se ha llevado a cabo en misiones de corta duración o comparando las medidas de la función inmune antes y después del vuelo.

"Los vuelos espaciales orbitales de larga duración se asocian con mayores niveles de estrés psicológico, exposición aguda y crónica a la radiación espacial y cambios inducidos por la microgravedad, todos los cuales se sabe que afectan negativamente al sistema inmunológico. Sin embargo, los efectos del vuelo espacial en la inmunidad de las células B, uno de los brazos principales del sistema inmunológico, seguía sin estar clara hasta ahora", apunta Spielmann.

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