MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Nicholas Cohrs, un estudiante de doctorado en el grupo dirigido por Wendelin Stark, profesor de Ingeniería de Materiales Funcionales en ETH Zurich (Alemania), ha desarrollado un corazón de silicona con el que se espera poder tratar en un futuro a pacientes con insuficiencia cardiaca.
Y es que, las bombas de sangre usadas actualmente tienen muchas desventajas como, por ejemplo, que sus partes mecánicas son susceptibles a complicaciones mientras que el paciente carece de un pulso fisiológico. Por tanto, y debido a que unas 26 millones de personas de todo el mundo padecen insuficiencia cardiaca y existe una escasez de donantes, crear un corazón artificial es una "necesidad real".
En este sentido, el estudiante ha creado un corazón de tacto suave, en impresión 3D, a partir de silicona, que pesa 390 gramos y tiene un volumen de 679 centímetros cúbicos. Además, cuenta con un ventrículo derecho y un ventrículo izquierdo, igual que un corazón humano real, aunque no están separados por un tabique sino por una cámara adicional.
Por su parte, Anastasios Petrou, estudiante de doctorado del Grupo de Desarrollo de Productos de Zúrich, dirigido por el profesor Mirko Meboldt ha sido el encargado de evaluar el rendimiento de este corazón artificial. De hecho, los jóvenes investigadores acaban de publicar los resultados de en la revista científica 'Artificial Organs'.
Y es que, han demostrado que funciona y se mueve fundamentalmente de manera similar a un corazón humano. Sin embargo, actualmente sólo dura unos 3.000 latidos, lo que corresponde a una vida de media a tres cuartos de hora. Después de eso, el material ya no puede soportar la deformación.
"Esto fue simplemente una prueba de factibilidad, nuestro objetivo no era presentar un corazón listo para la implantación, sino pensar en una nueva dirección para el desarrollo de los corazones artificiales. Por supuesto, la resistencia a la tracción del material y el rendimiento tendrían que ser mejorados significativamente", han asegurado.