MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El doctor Smith Johnston, oficial médico y cirujano de vuelo de la NASA, ha señalado que, a pesar de que los efectos del espacio sobre los astronautas se tratan de mitigar con ejercicio intenso y medidas nutricionales y farmacológicas, sus huesos tardan en recuperarse "entre 6 meses y tres años".
Así lo ha resaltado el doctor este jueves durante el simposio 'A universe of new understanding', patrocinado por UCB y Amgen, en el marco del XXIII Congreso de la Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral (SEIOMM). Pese al ejercicio intensivo realizado por algunos de los astronautas y cosmonautas de la NASA, asegura que "la pérdida de densidad ósea sigue siendo muy significativa y es importante frenarla".
Johnston ha explicado que vivir en el entorno de microgravedad del espacio significa "estar flotando el 92 por ciento del tiempo, dado que solo el 8 por ciento del tiempo se practica un ejercicio intenso y se experimentan fuerzas gravitacionales". Esto supone un "desgaste óseo y muscular importante, un envejecimiento acelerado de los huesos, que pierden su función de 'sujetar' al resto del cuerpo", detalla.
En este punto, desde SEIOMM apuntan que, aunque la situación de los astronautas parezca muy alejada de la realidad terrestre, la 'gravedad 0' que se vive en el espacio es "un buen ejemplo de lo que ocurre en el tejido óseo de una persona sedentaria que no realiza ningún ejercicio físico". "De hecho, se ha observado que los astronautas en estas condiciones tienen una pérdida de la Densidad Mineral Ósea (DMO) de hasta 10 veces superior a la pérdida esperable en función de su estado de salud y su edad. Unos datos alarmantes si los extrapolamos a la población sedentaria terrestre", añaden.
En este escenario, este cirujano experto en el estudio de los huesos de los astronautas reseña que es importante contar con el compromiso de la comunidad científica para prevenir aún más la pérdida ósea en el espacio, y traducir este conocimiento a las investigaciones que se estánrealizando para el tratamiento de enfermedades relacionadas con la salud ósea en la Tierra.