MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Oliver Wyman ha planteado diversos escenarios a tener en cuenta con el fin de contener la propagación del coronavirus y aliviar la emergencia sanitaria, una situación en la que la telemedicina se postula como el medio más eficaz para evitar el contagio de la población de riesgo y mejorar la seguridad, según detalla en un comunicado.
Dada la rápida propagación del covid-19 por todo el territorio nacional, Oliver Wyman ha presentado el informe "COVID-19: Planning for Clinical Care Scenarios", en el que esboza cuestiones clave a la hora de gestionar la crisis del sistema sanitario.
Por ello, aconsejan acelerar la implantación de la telemedicina y atención remota ya que, dado que la población de más de 60 años y con patologías representa el grupo de riesgo del covid-19, por lo que considera que se debe asistir a este segmento de la sociedad a través de la telemedicina y atención a distancia, para evitar que se pongan en riesgo.
En este sentido, indican que la comunicación asíncrona cobra especial relevancia debido al colapso actual del sistema sanitario, evitando dejar al paciente sin respuesta. Además, permite atender a más pacientes en el mismo tiempo. Según el informe de Oliver Wyman, el 65% de los consumidores están dispuestos a usar la telemedicina, aunque sólo el 8% lo ha hecho hasta ahora.
Asimismo, piden estar preparados para un exceso de capacidad al estar demostrado que el covid-19 tiene el potencial de incrementar la demanda, sin precedentes, de camas de hospital, y en particular, de la capacidad en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
En este punto, consideran que los hospitales deben establecer planes que les permitan reconvertir y adaptar partes de sus sistemas para hacer frente a la oleada de pacientes y aboga por adelantarse y establecer el volumen óptimo de camas necesarias debe basarse en una combinación de consideraciones clínicas, operativas y financieras, con el fin de atender a los pacientes que requieren atención con mayor urgencia.
De ser necesario, prosiguen, habrá que flexibilizar algunas normas de programación para permitir una oleada de actividades quirúrgicas o pruebas médicas programadas no preferentes y puntualiza que la administración debe vigilar de cerca los volúmenes de pacientes infectados por el covid-19 y estar preparada para ajustar rápidamente el volumen de actividades quirúrgicas o pruebas médicas programadas no preferentes a medida que aumenten las tasas de infección.
Por otro lado, instan a evaluar y desarrollar espacios de pruebas independientes al considerar esencial crear espacios donde los pacientes potenciales puedan ir para ser evaluados y examinados. Al habilitar un área para realizar las pruebas diferenciado del propio hospital, se reduce el riesgo de contaminación y se permite la posibilidad de atender, en mejores condiciones, a aquellos pacientes que más lo necesiten.
También piden preparar y redistribuir activos y recursos humanos para crear una estructura de capacidad anticrisis por lo que pone el foco en identificar y priorizar a los pacientes dados de alta (esto incluye postoperatorios y pacientes médicos con infecciones tratables con antibióticos), desarrollar alternativas a la estancia hospitalaria y crear capacidad adicional para cubrir a los sanitarios expuestos (los planes deben tener en cuenta que el 20% de la fuerza de trabajo no está disponible y que la demanda de atención hospitalaria es mayor de lo habitual)
Por último, abogan por probar y fortalecer la cadena de suministro y los servicios de las instalaciones (aprovisionamiento de consumibles, asegurar el suministro energético, la garantía de un suministro adecuado de alimentos y agua, entre otros) y probar y actualizar los protocolos de triaje existentes en los servicios de urgencias, entre otras cuestiones.