El aumento de los contagios que está provocando la cuarta ola que ya se ha iniciado en Europa y, sobre todo, y que sigue registrándose en algunos de los mercados emergentes como India, Brasil o Turquía ha elevado el riesgo de que se produzcan nuevas mutaciones del Covid-19. Por si las variantes que surgieron en Reino Unido, Sudáfrica y la propia Brasil no fuesen suficientes, ahora el mundo se enfrenta a la posibilidad de nuevas cepas que podrían hacer ineficaces las vacunas. Aunque las farmacéuticas insisten en que sus compuestos se pueden adaptar rápidamente, es un "riesgo" cada vez más latente.
Las farmacéuticas han dicho en varias ocasiones que sus vacunas son también eficaces con las cepas existentes, pero ¿qué pasaría si surgen nuevas variantes del coronavirus debido al incremento de los contagios? "El aumento de las infecciones en los principales mercados emergentes, sobre todo en India, Brasil y Turquía, eleva el riesgo de que aparezcan nuevas mutaciones del virus que puedan restar eficacia a las vacunas", apunta Berenberg.
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La OMS advierte de que aún no hay datos para combinar diferentes vacunasY "tras la enorme inversión en la investigación y la capacidad de producción de vacunas, lo más probable es que pronto se disponga de vacunas de refuerzo para hacer frente a estos riesgos", remarcan los expertos de la firma alemana. No obstante, destacan también que "la exigencia de nuevas vacunas podría obligar a los países a reintroducir de nuevo restricciones más estrictas este otoño", lo que supondría un nuevo golpe para la economía. De momento, el CEO de Pfizer ya ha alertado de que puede ser necesaria una tercera dosis de su compuesto tras 12 meses para reforzar la inmunidad de los vacunados, y está por ver qué dicen el resto de farmacéuticas.
El problema es que las dudas sobre la eficacia de las vacunas si surgen otras mutaciones del virus se han disparado precisamente cuando se están investigando los compuestos de AstraZeneca y Johnson&Johnson por los trombos que han provocado en algunas de las personas que los han recibido. AstraZeneca se ha dejado de administrar a los menores de 60 años, mientras que J&J ha paralizado la vacunación en EEUU y ha retrasado el lanzamiento de su vacuna en Europa, a la espera de conocer más detalles sobre los problemas detectados y de que las autoridades tomen una decisión.
Debido a esto, se habla de una posible ralentización del ritmo de inmunización de la población justo cuando comenzaba a coger velocidad en la Eurozona, que aún está lejos de alcanzar a EEUU o Reino Unido, mucho más avanzados, lo que podría suponer otro revés ahora que vuelven a aumentar los contagios y se empiezan a levantar las restricciones. Y es que todas las esperanzas están puestas en la vacunación.
Hace unos meses la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya temía la aparición de nuevas mutaciones del virus, y por eso pidió a los países ricos que compartiesen las vacunas para evitarlo, pero el problema es que las dudas que han desatado AstraZeneca y J&J han reducido considerablemente la cantidad de vacunas disponibles, y ya hay quien avisa de que pueden no ser suficientes para lograr los objetivos marcados. Por ejemplo, en la Unión Europea se quiere lograr la inmunidad rebaño (se logra cuando el 70% de la población está vacunado) para finales de verano, un objetivo que las autoridades siguen manteniendo pese a los últimos reveses y que expertos, como los de Barclays, creen que es "realista". Sobre todo después de que Pfizer haya anunciado que adelantará 50 millones de dosis.
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Varias CCAA piden a Sanidad retrasar al máximo la segunda dosis de la vacunaSin embargo, por otro lado se han multiplicado las voces que alertan de lo que puede suponer la falta de vacunas. Por ejemplo, la Comunidad de Madrid ha dicho que en unos días podría verse obligada a cerrar los llamados 'vacunódromos', es decir, el Wanda Metropolitano, el hospital Isabel Zendal y el WiZink Center (el antiguo Palacio de Deportes) si no llegan más dosis.
SALVAR EL VERANO
La carrera por inmunizar a la población cuanto antes no se basa únicamente en cuestiones sanitarias, sino también económicas, porque una de las principales metas es salvar el verano para lograr la tan ansiada recuperación. En este sentido, Morgan Stanley opina que este objetivo está perfectamente al alcance, sobre todo de la UE, que es la que hasta ahora más retrasos ha sufrido en materia de vacunación.
"A pesar de los retrasos, creemos que la tasa de vacunación de la UE seguirá aumentando, y la cobertura a finales del segundo trimestre de 2021, incluso en un escenario bajista, se acercará al 70% de la población adulta con una primera inyección", afirman los analistas del banco estadounidense. Y creen que eso "abre la puerta a una recuperación impulsada por el consumo durante el verano, sobre todo en los servicios de proximidad, como el turismo y el ocio, que siguen siendo los más expuestos a los riesgos de una lenta campaña de vacunación".