SEVILLA, 31 (EUROPA PRESS)
El vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, ha señalado este martes que la Administración andaluza no encargó los 60.000 test rápidos cuya compra paralizó por no tener la sensibilidad suficiente para el Covid-19 al mismo proveedor que el Gobierno central.
A preguntas de los periodistas, Marín ha explicado que la Junta pidió por adelantado una serie de muestras de estos test rápidos para poder analizarlos y "los servicios de Salud nos dijeron que no tenían la sensibilidad necesaria para poder tener resultados efectivos", por lo que ha afirmado que la Junta compró, finalmente, a otros proveedores.
Asimismo, el vicepresidente ha señalado que Andalucía sigue siendo "proactiva" en la compra de material para hacer frente a esta pandemia una vez que el Gobierno central ha permitido a las comunidades llevar a cabo estas operaciones. "Fue un error que no se planteara así desde el inicio", ha advertido Marín, quien ha asegurado que las comunidades han resultado ser "mucho más efectivas para poder disponer de recursos".
Cabe recordar que la Junta de Andalucía decidió paralizar la compra de 60.000 test rápidos de Covid-19, una vez que los expertos en Microbiología del Servicio Andaluz de Salud (SAS) "desaconsejaron" su adquisición para pruebas rápidas por su baja sensibilidad, y encargó otros 30.000 a otro proveedor.
Fuentes del Gobierno andaluz han señalado a Europa Press que la decisión de encargarlos se tomó el 24 de marzo, mismo día en que los expertos examinaron las pruebas y desaconsejaron su compra. Un día después, el 25 de marzo, la Junta decidió paralizar esta operación tras conocer la opinión de estos expertos y hacerse público un informe de una sociedad científica que alertaba de la baja sensibilidad de esos tests para la detección rápida en pacientes sanos.
Tras esto, las mismas fuentes han indicado que se conoció que los test rápidos adquiridos por el Gobierno de España no eran eficaces; de manera que la Junta de Andalucía ha encargado 30.000 tests --a un fabricante distinto al que suministró al Gobierno-- para la detección rápida del Covid-19 en pacientes con síntomas, tal y como han aconsejado los expertos del Servicio Andaluz de Salud (SAS).