MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El maltrato sufrido durante la infancia podría contribuir en el desarrollo de un trastorno neurológico funcional en la edad adulta, según un nuevo estudio impulsado por el Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos), cuyo fin era proporcionar un mejor entendimiento sobre qué ocurre en los cerebros de estos pacientes, así como en los de aquellos con otros trastornos cerebrales relacionados con experiencias traumáticas.
Así, en individuos con trastorno neurológico funcional, el cerebro normalmente presenta una aparencia estructural normal en las resonancias magnéticas. Sin embargo, este funciona incorrectamente, experimentando los pacientes síntomas que incluyen la debilidad en los miembros, temblores, marcha anormal y convulsiones no epilépticas.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores examinaron los cerebros de individuos que habían experimentado traumas en la infancia, algunos de ellos con trastornos neurológicos funcionales y otros sin él.
En la muestra participaron 30 adultos con trastorno neurológico funcional y 21 individuos con un diagnóstico de depresión que sirvieron como grupo de control. Algunos de los participantes de ambos grupos habían experimentado maltrato temprano, según se determinó mediante cuestionarios.
Así, solo en los pacientes con trastorno neurológico funcional, las diferencias en la severidad de los abusos recibidos en la infancia se relacionaban con diferencias en las conexiones entre ciertas regiones del cerebro, por ejemplo, en el sistema límbico, que controla las emociones, la excitación y el instinto de supervivencia, entre otras funciones, y la corteza motora primaria, que participa en el movimiento voluntario.
"Los circuitos motores y límbicos estaban conectados más fuertemente en individuos con trastorno neurológico funcional que habían informado sobre una mayor dureza en el abuso físico recibido en la infancia", ha explicado la líder del estudio, Ibai Diez.
Así, este hallazgo podría llevar a importantes avances en los mecanismos plásticos del cerebro involucrados en promover una mayor interrelación entre los circuitos de control motor y los circuitos de procesamiento de emociones.
GENES RELACIONADOS CON LA NEUROPLASTICIDAD
En evaluaciones adicionales, los investigadores examinaron cómo la expresión de ciertos genes se relacionaba con áreas del cerebro relacionadas con la neuroplasticidad y estaban conectadas con el grado de abuso físico recibido durante la infancia en pacientes con este trastorno neurológico.
Los investigadores tomaron como antecedente el hecho de que algunos genes aumentan el riesgo de desarrollar trastornos cerebrales después de experimentar maltrato temprano. En este sentido, encontraron que las áreas del cerebro que mostraban una reorganización funcional prominente en estos pacientes eran las mismas zonas que expresaban genes altamente implicados en la neuroplasticidad y el desarrollo del sistema nervioso.
"Nuestro estudio tiene implicaciones potencionales en lo relacionado con el estudio de la importancia de los traumas no solo en los pacientes con trastorno neurológico, sino más allá", ha expresado otro de los autores, David Pérez.
Pérez ha manifestado también que, aunque el maltrato en la infancia puede considerarse un factor de riesgo para el desarrollo del trastorno neurológico funcional, hay otros muchos factores sociales, ambientales y biológicos que "probablemente" influyen en el desarrollo posterior de esta enfermedad.
"Se necesita más investigación para comprender cómo los mecanismos del cerebro que subyacen en el trastorno neurológico funcional en aquellos sin un maltrato prominente en la infancia podría ser igual o diferente que en aquellas personas con este trastorno con un alto porcentaje de abusos en la niñez", ha concluido el investigador.