MADRID, 07 (EUROPA PRESS)

El jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Nuestra Señora del Rosario, el doctor Antonio Álvarez-Vieitez, recuerda que la detección precoz y el control de los factores de riesgo vascular son la estrategia fundamental para prevenir las enfermedades cardiovasculares y, por tanto, no se debe retrasar acudir a las consultas por temor a una infección por Covid-19.

Los cardiólogos han observado una disminución en el número pacientes que acuden a sus consultas y un retraso en la consulta urgente en el caso de síntomas típicos de un infarto agudo de miocardio, una angina de pecho, una arritmia o un agravamiento de la insuficiencia cardiaca.

Estos hechos se atribuyen al temor de los pacientes y sus familiares a un posible contagio por coronavirus si acuden a un centro médico, sin embargo destaca este experto, no se han comunicado casos de contagio por coronavirus en pacientes atendidos en estos días en la urgencia de los hospitales por una crisis cardiaca aguda.

"Los centros españoles, entre los que se encuentra el Hospital Nuestra Señora del Rosario, están llevando a cabo una estricta compartimentación de sus espacios para que los pacientes que acuden no tengan contacto alguno con aquellas otras áreas destinadas a la atención de pacientes con Covid-19", ha explicado.

Diversos estudios clínicos señalan que existe un tiempo de retraso crítico en la solicitud de asistencia médica urgente para pacientes con síntomas de infarto agudo de miocardio. "Hay que recordar que en la fase aguda del infarto, 'el tiempo no es oro, sino miocardio'. Es decir, cuanto antes se acuda a un centro médico, mayores serán las posibilidades de que, mediante las técnicas de revascularización miocárdica (angioplastia, stent, etc.) la supervivencia sea más alta y también que, tras el infarto rápidamente tratado, el corazón quede en mejores condiciones para dar un rendimiento futuro mucho más favorable", recuerda el especialista.

No hay que olvidar que las enfermedades cardiovasculares (ECV) suponen 17,5 millones de defunciones en todo el mundo -más de 120.000 en España- cada año. Hay, además, un incremento alarmante de determinados factores de riesgo, como los malos hábitos alimentarios, el sedentarismo, el tabaquismo y la obesidad, que hacen que las ECV continúen siendo la principal causa de mortalidad y morbilidad en España.

"La detección precoz y el control de los factores de riesgo vascular siguen siendo la estrategia fundamental para prevenir las enfermedades cardiovasculares", reitera el experto.

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