MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Los pacientes con cáncer, a pesar de que pueden tener un mayor riesgo de padecer el coronavirus de una forma más severa, deben tomar las mismas precauciones que la población general para evitar el contagio del nuevo virus, cuya enfermedad se conoce como Covid-19, según han asegurado desde la organización Cris Contra el Cáncer.
El coronavirus, como el resto de virus, necesita multiplicarse en el organismo para poder causar una enfermedad y, para ello, debe sobreponerse a las defensas del sistema inmunitario. Estas defensas pueden encontrarse debilitadas en ciertos pacientes que padezcan cáncer o que se encuentren en medio de determinados tratamientos y, de hecho, en estos pacientes, el virus podría multiplicarse más eficazmente y provocar formas de la enfermedad más severas.
No obstante, la organización ha avisado de que "no hay que alarmarse", sino simplemente ser "cuidadosos" y seguir una serie de precauciones que, en realidad, no difieren mucho de las que debe tomar la población general como, por ejemplo, lavarse las manos con frecuencia, después de estar fuera de casa, de ir al baño, estornudar, toser o sonarse la nariz, y antes de comer o beber nada.
"Los coronavirus tienen una cubierta de lípidos (de grasa, para entendernos), que es eliminada por los jabones. Sin esta cubierta, el virus queda inestabilizado y se destruye. Ojo, lavarse las manos no es porque el virus nos infecte a través de la piel, sino porque las manos son nuestra manera de interaccionar con el entorno. Es cuando nos las acercamos a ojos, nariz y boca cuando el virus puede entrar en nuestro organismo. Por esta razón, es fundamental poner especial atención a tocarnos la cara para evitar contagiarnos accidentalmente", ha apostillado la organización.
Del mismo modo, ha recomendado evitar compartir utensilios, como cubiertos, vasos o servilletas, sin limpiarlos debidamente; realizar una limpieza regular de las superficies de la casa contribuye a evitar contagios; evitar salir de casa y tener contacto cercano con personas con infecciones respiratorias, para evitar posibles contagios.
Sin embargo, y al contrario que la población general, los pacientes inmunodeprimidos, como muchos que padecen una enfermedad oncológica, deben llevar una mascarilla por "protección y seguridad". "Deben usarse, en todo caso, por personas que ya muestren síntomas, para evitar propagarla, y especialmente por profesionales de la salud y personas que cuidan a personas enfermas", ha recalcado Cris Contra el Cáncer.
Finalmente, para un paciente oncológico y con síntomas como fiebre, tos, dolor de cabeza y dificultad respiratoria, ha recomendado contactar con el especialista o con el médico de Atención Primaria, preferiblemente por vía telefónica, e indicarle sus síntomas, describirle la enfermedad y detallar los tratamientos que está siguiendo.