MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Depresión, obesidad y enfermedad cardiovascular son algunas de las principales comorbilidades que padecen los pacientes con artritis reumatoide, una enfermedad reumática crónica que afecta a las articulaciones produciendo dolor, hinchazón y rigidez y que, además de dañar las articulaciones y los tejidos circundantes (tendones y músculos), afecta a otros órganos como el corazón, pulmón o riñón.
"La depresión, obesidad y enfermedad cardiovascular han demostrado que conllevan un pronóstico peor de la artritis reumatoide, incluso pudiendo aumentar, en algunos casos, la mortalidad de los pacientes. De hecho, se ha visto que las dos primeras producen una peor respuesta a ciertos tratamientos", ha comentado el reumatólogo en el Hospital Universitario de Araba, Jaime Calvo Alén, durante la tercera edición de 'Lo Mejor del Año en AR', organizada por la Sociedad Española de Reumatología con la colaboración de Lilly.
Concretamente, en el caso de la depresión, ciertas citoquinas proinflamatorias están "muy relacionadas" con esta enfermedad, por lo que, tal y como ha argumentado el experto, el tratamiento con agentes biológicos dirigidos contra estas moléculas podría tener un efecto directo sobre los distintos estados de ánimo del paciente, independientemente de su actividad para controlar la enfermedad autoinmune.
Asimismo, el tejido adiposo (grasa) actúa como un "auténtico generador de inflamación", dado que los adipocitos (células del tejido adiposo) liberan continuamente proteínas que favorecen la inflamación. De hecho, esas mismas proteínas, llamadas citoquinas, son las responsables de la hinchazón de las articulaciones en las personas con artritis reumatoide.
Del mismo modo, el experto ha recordado que la inflamación es un factor de riesgo para las enfermedades cardiacas. Y es que, no solo contribuye al deterioro de los vasos sanguíneos, sino que se ha demostrado que los pacientes con artritis reumatoide presentan mayor mortalidad cardiovascular que la población de la misma edad y el mismo sexo.
"Cuando obesidad, depresión y/o enfermedad cardiovascular aparecen asociadas a la artritis reumatoide conducen en general a una mayor discapacidad y peor calidad de vida de los pacientes", ha señalado Calvo Alén, para destacar la importancia de prevenir dichas comorbilidades para, así, evitar que se produzcan eventos clínicos que pueden llegar a comprometer la vida del paciente.
A pesar de que la manera de prevenir las enfermedades asociadas dependerá de cada caso particular, y de cada tipo de comorbilidad, el reumatólogo ha comentado que hay algunas recomendaciones generales que son beneficiosas para la prevención como, por ejemplo, el ejercicio adecuado a la situación del paciente, dieta equilibrada y evitar factores de riesgo vascular como puede ser el tabaco.