MADRID, 16 (EUROPA PRESS)

Los programas formativos de soporte vital básico (SVB) guiados presencialmente por un instructor resultan más eficaces que las estrategias de autoaprendizaje basadas en vídeos o plataformas virtuales, según informa la Sociedad Española de Cardiología (SEC), que se hace eco de la importancia de esta formación teniendo en cuenta que en España se producen cada año unos 30.000 casos de parada cardiaca.

Un estudio, publicado en 'Revista Española de Cardiología' (REC), concluye que existe una gran heterogeneidad entre las iniciativas para formar a la población en SVB y falta una definición consensuada de "eficacia" de la formación. UNa situación negativa si se tiene en cuenta que las posibilidades de supervivencia que oscilan tan solo entre el 5 y el 11% si se producen fuera del entorno hospitalario.

"También se ha observado cierta ventaja de los métodos que incluyen la práctica de habilidades respecto a los que imparten solo teoría, y del uso de dispositivos que ofrecen feedback en tiempo real de calidad de la RCP durante el entrenamiento", señala la doctora Violeta González-Salvado, una de las autoras de la investigación que es una revisión sistemática de la literatura publicada.

El reentrenamiento breve y frecuente también se presenta como decisivo para evitar el deterioro de las habilidades adquiridas. En este sentido, "los métodos de autoaprendizaje sí podrían tener un papel para llegar a un mayor número de ciudadanos, aumentar la concienciación y favorecer el recuerdo de las habilidades adquiridas", detalla la experta.

Una de las principales dificultades encontradas en esta revisión apunta a una falta de homogeneidad entre los estudios, existiendo gran variabilidad en la definición del término SVB y por tanto de los contenidos impartidos en la formación. "Este aspecto, junto a la heterogeneidad de instrumentos de evaluación y de criterios para considerar eficaz la intervención educativa, limita la comparabilidad de los estudios y hace difícil extraer conclusiones definitivas", continúa la experta.

SITUACIÓN EN ESPAÑA

Según han observado España sigue la tendencia del resto de países europeos, así se ha observado que el número de iniciativas formativas en soporte vital básico va en aumento. "Existe un interés y una consciencia de importancia crecientes. Aunque a diferencia de otros países europeos, como Noruega o Dinamarca, estos programas formativos están poco implantados en la sociedad; se necesitan estrategias que faciliten el acceso de la población a la formación eficaz en soporte vital básico y un mayor compromiso por parte de las instituciones para garantizar su implantación", afirma González-Salvado, quien lamenta que no se incluya esta formación en las escuelas.

Respecto al perfil de los ciudadanos que participan más habitualmente en la formación en SVB, el más habitual es el de una mujer joven, con estudios universitarios del ámbito de la salud o de la educación. "Este perfil difiere del de los testigos más probables de una parada cardiaca según los estudios epidemiológicos: generalmente mujeres de mayor edad, familiares directos de la víctima", concluye la autora.

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