ep madrid espana a 16 de abril de 2020
Una sala de la Nave de Producción de medicamentos del Laboratorio del Centro Militar de Farmacia de la Defensa en la base logística de San Pedro. En Colmenar Viejo/Madrid (España) a 16 de abril de 2020.Óscar J.Barroso - Europa Press

MADRID, 24 (EUROPA PRESS)

Los laboratorios clínicos españoles están afrontando una "rápida transformación" para enfrentarse al Covid-19, ya que se encargan desde el diagnóstico de la infección mediante la detección del virus en muestras de vías respiratorias hasta las pruebas necesarias para el correcto seguimiento, pronóstico y ayuda en la toma de decisiones terapéuticas, según ha destacado la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEQC).

"La situación ha puesto a prueba la resiliencia de los profesionales del laboratorio clínico, su capacidad de adaptarse rápidamente a las nuevas demandas y circunstancias. Hemos tenido que reestructurar nuestros espacios, nuestras plantillas, nuestros recursos y nuestra actividad, todo ello en un corto espacio de tiempo", explica el jefe del Servicio de Análisis Clínicos del Hospital La Paz y vicepresidente de la SEQCML, Antonio Buño, quien añade que todo esto se ha vivido en un contexto en el que los laboratorios han sufrido "una merma paulatina de sus recursos humanos y materiales" a lo largo de las últimas décadas.

Pese a esto y a la consecuente concentración de laboratorios (menos laboratorios tienen que hacer frente a un mayor número de pruebas), el doctor considera que la Medicina de Laboratorio "ha estado a la altura de las circunstancias", fundamentalmente "por la capacidad de adaptación tan rápida y la flexibilidad que han tenido sus profesionales". Entre las razones de la "resiliencia" de los laboratorios españoles pese a la complejidad de la situación actual, el experto destaca el aprendizaje obtenido en situaciones previas que, aunque a una menor escala, compartían elementos comunes con la presente crisis.

"En este siglo ya hemos asistido a distintos brotes o pandemias de enfermedades causadas por virus que han supuesto un importante reto a nivel mundial, como ocurrió con el SARS en el año 2002; la gripe A (H1N1) en 2009, el MERS en 2012 o los recientes brotes por el virus del Ébola o virus del Zika en 2014. En alguna medida, estos brotes nos han ido preparando y en algunos hospitales motivaron la protocolización de la atención a pacientes con enfermedades de alta letalidad que en cierto modo ha sido aprovechado ahora en esta pandemia", indica Buño.

En relación con la situación actual, son las áreas de laboratorio relacionadas con la urgencia médica las que han visto aumentada la carga de trabajo de manera más notable, según Álvaro González, jefe de Servicio de Bioquímica Clínica de la Clínica Universidad de Navarra y miembro de la junta directiva de la SEQCML. "Entre algunos ejemplos podemos mencionar la necesidad de poner a punto nuevas pruebas diagnósticas, como la ferritina en áreas de urgencias o la interleucina 6 para la correcta indicación del tratamiento", argumenta.

Respecto a las lecciones que, de cara al futuro, pueden extraerse de la situación actual, Buño no quiere hacer predicciones, aunque sí matiza que si en lo que va de siglo se han producido ya varios brotes epidémicos, algunos por virus muy semejantes al actual, "parece razonable pensar que habrá más".

"Lo que sí que tenemos es la obligación moral de aprender de nuestros errores, que seguro los habrá habido, tanto a nivel de organizaciones internacionales, país, hospital o servicio, como a nivel personal", considera el vicepresidente de la SEQCML, quien apunta que los profesionales de los laboratorios deben saber reflexionar "para ver lo que hicimos bien y en qué áreas pudimos haberlo hecho mejor".

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