MADRID, 30 (EUROPA PRESS)

El presidente del Consejo General de Dentistas, Óscar Castro Reino, ha advertido de que los dentistas "están abocados a la quibra" si el Gobierno no decreta el cierre de las clínicas dentales dentro del estado de alarma declarado por el coronavirus.

"La situación actual de los dentistas es muy crítica. Desde antes de que se decretara el Estado de Alarma, las clínicas dentales estamos sufriendo el desabastecimiento de equipos de protección individual necesarios (EPI) para atender a los pacientes. Los dentistas no podemos seguir desarrollando nuestra profesión en estas condiciones, pues al trabajar en contacto con la saliva y a una distancia menor de un metro a la boca del paciente, el riesgo de contagio es muy elevado. Sin EPI es imposible llevar a cabo los tratamientos odontológicos con la seguridad necesaria para nosotros, para los auxiliares y para los pacientes, por lo que muchos se han visto obligados a cerrar sus clínicas", detalla en un comunicado.

Por este motivo, el Consejo General de Dentistas insiste una vez más al Gobierno en que decrete el cierre temporal de las clínicas dentales, así como la habilitación de algunas de ellas para que atiendan las urgencias odontológicas, siempre y cuando dispongan del material protector adecuado.

"Si el Gobierno no ordena el cierre de las clínicas dentales, los dentistas quedaremos totalmente desprotegidos, puesto que no podemos acogernos a ninguna de las medidas económicas que se están adoptando. No podemos trabajar porque no tenemos ni material, ni pacientes, pero estamos obligados a seguir pagando los seguros sociales y las nóminas de nuestros trabajadores asalariados sin tener ningún ingreso. Es insostenible", apunta Castro.

Por último, el presidente del Consejo General de Dentistas señala que "no es momento de evaluaciones ni de reproches", pero sí de "exigencias de acciones efectivas y urgentes". Así, solicitan que "se tomen las medidas económicas oportunas que faciliten los ERTE y las exenciones fiscales, permitiendo paliar el descalabro económico de los dentistas".

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