MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Investigadores del CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) han asociado la exposición prenatal a algunos contaminantes orgánicos persistentes (COP) con alteraciones en el desarrollo genital en niños, en concreto con una distancia anogenital más corta, que podría tener "importantes consecuencias" en la madurez.
Los COP son compuestos ambientales tóxicos que se han utilizado como plaguicidas o retardantes del fuego. Aunque su fabricación está hoy severamente restringida o prohibida, persisten en el medio ambiente, y diversos estudios han asociado la exposición durante el embarazo a estos contaminantes con distintos efectos adversos en el desarrollo y la salud de los niños.
Este nuevo trabajo, cuyos resultados han sido publicados en la revista 'Hormone Research in Paedriatics', se ha centrado en evaluar la asociación entre la exposición a contaminantes orgánicos persistentes y alteraciones en la distancia anogenital (AGD), un parámetro antropométrico que se ha validado como un marcador sensible de la exposición intrauterina a andrógenos y antiandrógenos.
"Los compuestos organoclorados, usados como pesticidas (como el DDT o el PCB) y retardantes del fuego como los PBDE (éteres de difenilo polibromados), que contaminan el agua, el suelo y los alimentos, son disruptores endocrinos, sustancias que alteran las funciones del sistema endocrino provocando efectos adversos para la salud", explican los investigadores.
Estos compuestos "ejercen sus efectos activando y modulando los receptores de estrógenos ubicados en las gónadas masculinas y femeninas, afectando el funcionamiento óptimo de los genitales femeninos y masculinos, que requiere un equilibrio entre los andrógenos y los estrógenos", concluyen.
En este trabajo, se recogieron muestras de sangre de 355 mujeres durante el embarazo y se siguió la evolución de 43 bebés, pertenecientes a la cohorte del 'proyecto INMA' en Asturias. Los resultados proporcionaron evidencia epidemiológica de que la exposición prenatal a estos compuestos orgánicos persistentes puede estar asociada a una distancia anogenital más corta.
En concreto, encontraron una asociación negativa entre la distancia anogenital y la exposición a PBDE-99 y PBDE-153 en los varones. No se confirmó, sin embargo, ninguna relación notable entre la exposición a compuesto orgánicos persistentes y alteraciones de la distancia anogenital en las niñas
"Nuestros hallazgos sugieren que incluso en niveles bajos de exposición ambiental, los compuestos orgánicos persistentes pueden afectar al desarrollo genital y dar lugar a alteraciones en el tracto reproductivo con consecuencias potencialmente importantes para la salud en la madurez", explica el investigador del CIBERESP y primer firmante del estudio, Miguel García Villarino.