MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Las mujeres embarazadas y los niños del África subsahariana están más protegidos contra la malaria gracias al uso de mosquiteras tratadas con insecticida, si bien, tal y como ha avisado la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un informe sobre esta enfermedad, se necesitan más esfuerzos y fondos porque el progreso hasta ahora alcanzado se está deteniendo.
En 2018 la malaria afectó a 228 millones de personas y mató a unas 405.000, especialmente en esta zona de África. Las embarazadas y los menores de edad son los más vulnerables, dado que el embarazo reduce la inmunidad de la mujer a la malaria, haciéndola más susceptible a la infección y con un mayor riesgo de enfermedad, anemia severa y muerte.
Además, la malaria materna también interfiere en el crecimiento del feto, lo que aumenta el riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer, una de las principales causas de mortalidad infantil. En este punto, el organismo ha comentado que, a pesar de que el 61 por ciento de las mujeres embarazadas y los niños en África subsahariana dormían bajo una red tratada con insecticida en 2018, en comparación con el 26 por ciento en 2010, entre los años 2014 y 2018 no se ha producido una mejora en la tasa global de infecciones.
De hecho, se estima que en 2018 unas 11 millones de mujeres se infectaron de malaria y zonas de transmisión moderada y alta del África subsahariana, lo que provocó que casi 900.000 niños nacieran con bajo peso. Esto se debe a que existe una financiación "inadecuada", dado que el año pasado la inversión fue de unos 2,4 mil millones de euros (2,7 mil millones de dólares), cifra "muy por debajo" del objetivo de financiamiento de unos 4,5 mil millones de euros (5.000 millones de dólares) reflejado en la estrategia global contra la malaria.
"Estamos viendo signos alentadores, pero la carga del sufrimiento y la muerte causada por la malaria es inaceptable, ya que es en gran medida prevenible. La falta de mejora en el número de casos y muertes por malaria es profundamente preocupante", ha dicho el dicho el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Ahora bien, el organismo de Naciones Unidas ha informado de que entre las mujeres embarazadas la cobertura de las tres o más dosis recomendadas de tratamiento preventivo intermitente en el embarazo (IPTp), administradas en centros de atención prenatal (ANC), ha aumentado de un 22 por ciento en 2017 a un 31 por ciento en 2018.
Ante todo ello, la OMS ha recomendado el uso de un control eficaz de vectores (redes tratadas con insecticida o rociamiento residual en interiores), así como el acceso a medicamentos antipalúdicos preventivos para proteger a las mujeres embarazadas y a los niños de la malaria. "Los servicios de salud sólidos que brindan un mayor acceso a estas y otras herramientas comprobadas de control de la malaria, incluidas las pruebas de diagnóstico y el tratamiento oportunos, son clave para cumplir con los objetivos de la estrategia técnica mundial para la malaria 2016-2030", ha aseverado.
Para los niños menores de cinco años que viven en la subregión del Sahel de África, la OMS ha destacado la importancia de la quimioprevención estacional de la malaria (SMC) durante la temporada de lluvias de alta transmisión. Otra estrategia que ha subrayado es el tratamiento preventivo intermitente en lactantes (IPTi), el cual exige la administración de medicamentos antipalúdicos a niños muy pequeños a través de la plataforma de inmunización de un país. "IPTi ofrece una gran oportunidad para mantener a los niños pequeños vivos y saludables", ha zanjado el director del Programa Mundial contra la Malaria de la OMS, Pedro Alonso.