MADRID, 7 (EUROPA PRESS)

Un equipo de investigación del Instituto Technion de Israel ensaya un método, basado en una inyección de un líquido que forma espuma, que podría 'salvar' los pulmones de los pacientes con coronavirus que dependen de respiradores artificiales.

La investigación, que cuenta con el apoyo de la Unión Europea y el Ministerio israelí de Ciencia, Tecnología y Espacio, ha desarrollado lo que se conoce como terapia de líquido de espuma (LIFT, por sus siglas en inglés) y se ha experimentado con éxito en ratas, que se recuperaron de la enfermedad en un lapso de 15 a 30 minutos.

El problema es que los pulmones de las ratas son pequeños para poder demostrar una misma distribución de la sustancia en los pulmones adultos, por ello el equipo ha utilizado también los pulmones de un cerdo adulto muerto para demostrar que LIFT se distribuye homogéneamente. Y esperan poder comenzar la próxima semana los ensayos preclínicos con cerdos vivos. En caso de éxito, Sznitman espera empezar las pruebas con humanos en septiembre.

"No proponemos una medicina para curar coronavirus, solo un método ingenioso para que el propio cuerpo se recupere, para que los pulmones vuelvan al estado en el que estaban antes de la enfermedad y empiecen a respirar por sí solos", ha explicado.

Los investigadores recuerdan que en la actualidad los sanitarios que se enfrentan a los casos más agudos de Covid-19, aquellos que para sobrevivir dependen de pulmones artificiales, intentan tan solo mantenerlos vivos con la esperanza de que sus propias defensas se rearmen y logren respirar por sí solos.

Estos pacientes sufren síndrome de dificultad respiratoria aguda (ARDS, por sus siglas en inglés), una enfermedad letal con la que la ciencia lucha hace años en la que fluidos anegan los pulmones, es una manifestación común en casos de coronavirus especialmente en pacientes mayores. El ARDS suele provocar imposibilidad de respirar y muerte.

El respirador artificial es la única opción disponible por el momento para tratar pacientes con esa dolencia, con la esperanza de que los pulmones artificiales les permitan sobrevivir el suficiente tiempo. Sin embargo, los estudios señalan que entre el 50 y 70 por ciento de los casos de pacientes con Covid-19 en respiración asistida nunca se recuperan.

Hace cuatro años el profesor Josué Sznitman y su equipo del Instituto de Tecnología Technion, de Haifa, comenzó a desarrollar un tratamiento para una dolencia similar al ARDS que puede afectar a bebés prematuros cuyos pulmones inmaduros carecen de suficiente surfactante, el líquido que cubre la superficie de los alveolos pulmonares.

"Desde hace 30 años sabemos que inyectar líquido surfactante a los neonatos es una gran ayuda para que sus pulmones funcionen normalmente. Es un método invasivo, pero salva vidas en un 98%", aseguró Sznitman. Sin embargo, este método no funciona de igual manera en adultos por la diferencia de tamaño de los pulmones.

Al ser más grandes los líquidos sanadores se convierten en piscinas rápidamente, ahogando ciertas regiones y dejando otras sin tratar. La solución desarrollada por el laboratorio de Snitman fue convertir el líquido surfactante en una espuma.

"La espuma tiene más volumen que el líquido y le afecta menos la gravedad, de modo que se puede extender de manera homogénea en los pulmones y restaurar el aspecto de las células epiteliales para que funcionen correctamente", ha señalado.

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