MADRID, 19 (EUROPA PRESS)

Investigadores del Karolinska Institutet de Solna (Suecia) y la Universidad de Milán (Italia) han identificado un gen que protege frente a la degeneración de neuronas motoras en la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y la atrofia muscular espinal (AME), un candidato "muy prometedor" en la terapia génica que podría aumentar la esperanza de vida de los pacientes.

Ambas son enfermedades mortales caracterizadas por una pérdida gradual de las neuronas motoras. Dado que estas neuronas controlan todos los músculos voluntarios del cuerpo, esta pérdida conduce a atrofia muscular, debilidad y parálisis.

Sin embargo, algunas neuronas motoras son más sensibles que otras. Las de la médula espinal, por ejemplo, son extremadamente sensibles a la degeneración, mientras que las neuronas motoras oculares en el tronco encefálico, utilizadas para mover los ojos, son muy resistentes.

Así, los expertos han identificado un gen, el Synaptotagmin 13 (SYT13), que es relativamente abundante en las neuronas oculomotoras resistentes en ratones, ratas y humanos en comparación con las neuronas motoras sensibles en la médula espinal. En concreto, SYT13 codifica y da lugar a una proteína que pertenece a un grupo de proteínas de membrana.

En los experimentos con las neuronas motoras en humanos formadas a partir de células madre pluripotentes tomadas de pacientes ambas patologías, los investigadores observaron que la introducción de dicho gen protegía a las células de la degeneración al reducir el estrés del retículo endoplasmático.

"Esto es muy útil desde un punto de vista terapéutico porque los mecanismos que hay detrás de la pérdida neuronal son altamente desconocidos en el 90 por ciento de los pacientes con ELA y, además, permite diferenciar entre un individuo y otro", ha expresado una de las autoras del estudio, Eva Hedlund.

Al realizar experimentos de terapia génica en modelos animales con ELA y AME, el equipo pudo demostrar que la introducción de SYT13 salva a las neuronas motoras sensibles de la degeneración en ambas enfermedades. Los ratones tratados también aumentaron su esperanza de vida en un 50 por ciento en el caso de la AME y un 14 por ciento en el caso de la ELA.

CAUSAS TODAVÍA DESCONOCIDAS

Actualmente no hay tratamientos efectivos para la ELA y sus causas solo se conocen en el 10 por ciento de los pacientes que presentan la enfermedad de forma hereditaria. La AME, por otro lado, es causada por mutaciones en un gen que se llama neurona motora superviviente 1 (SMN1). Recientemente se han aprobado dos nuevas terapias de esta enfermedad dirigidas al gen SMN1 con resultados positivos, pero los beneficios varían dependiendo del tiempo de tratamiento y del grado de desarrollo de la enfermedad.

"Nuevos tratamientos complementarios para AME y una forma de terapia que ayuda a todos los pacientes con ELA, independientemente de los orígenes de la patología, son necesarios", ha resaltado otra investigadora del estudio, Stefania Corti.

Así, los investigadores continuarán buscando "factores adicionales que son únicos en la resistencia de las neuronas motoras, así como identificando más objetivos potenciales terapéuticos", ha concluido Hedlund.

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