MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
Comunicar e informar sobre la depresión tanto a familiares de pacientes como al resto de la sociedad es clave para superar el tabú y concienciar sobre la importancia de acudir a profesionales sanitarios y así evitar el infradiagnóstico, según han señalado la psiquiatra y directora del Instituto Internacional de Neurociencias Aplicadas (IINA), Elena Ros; la médico de familia Julia Caballer, y el coordinador de la Fundación para la Asistencia Nacional al Enfermo de Depresión (ANAED), José Ramón Pages, durante la presentación de una campaña de concienciación llevada a cabo por Lundbeck y moderada por la periodista Carme Chaparro.
Precisamente esa concienciación social, ha señalado Ros, es la que hace que se tome la depresión "como una enfermedad" y no "frivolizar" al considerarla como como un "simple sentimiento de tristeza" o "debilidad", lo que favorece el desarrollo del estigma. De esta forma, los pacientes acudirían al médico ante la aparición de los primeros síntomas y se facilitaría un diagnóstico precoz, "vital para un prognóstico positivo de la enfermedad", ha afirmado la psiquiatra.
En este sentido, los expertos han insistido en la importancia de un abordaje multidisciplinar, ya que, como ha destacado Ros, "la depresión es una patología compleja y heterogénea que conlleva la presencia de una extensa varidad de síntomas de tipo afectivo, somático y afectivo". Por tanto, ha querido transmitir "un mensaje de tranquilidad" porque "la depresión se cura" con un correcto abordaje de todo el abanico de síntomas y una buena adherencia al tratamiento unido al apoyo de familiares y personas "que comprendan y escuchen". Concretamente, ha especificado que dos de cada tres personas con esta patología se curan.
Actualmente, en España hay unos 2.400.000 diagnosticados de depresión, siendo la primera causa de incapacidad. Se estima que alrededor del 50 por ciento de los pacientes no llegan a ser tratados correctamente y que al menos a un 30 por ciento de las personas afectadas no se les ha diagnosticado, por lo que, en el evento, se ha ensalzado el papel de la AP en estos casos, ya que son el primer contacto del paciente con el sistema sanitario. Según Julia Caballer, cada día acuden a su centro de salud entre cuatro y ocho pacientes "para revisión, seguimiento o diagnóstico de un trastorno depresivo". La mayoría de estos pacientes, asegura, son mujeres debido, en gran parte, a que "su forma de vivir el ámbito relacional es mucho más potente", además de por los cambios hormonales.
"El papel de los profesionales de AP es primordial porque se encuentran en una posición privilegiada para detectar cambios significativos en los comportamientos y síntomas como la falta o el exceso de apetito, problemas intestinales o trastornos del sueño", ha apostillado la especialista, en relación a los síntomas somáticos.
MODELO BIOPSICOSOCIAL DE LA AP
Además, Caballer ha afirmado, al igual que Ros, que el tratamiento de la depresión no es solo farmacológico, sino que ha de tener un enfoque múltiple. Concretamente, ha señalado que, desde la AP, la depresión ha de abordarse desde un "modelo biopsicosocial" que, más allá de las cuestiones biológicas, ahonde en las "relaciones personales y sociales del paciente, así como en su entorno".
Por su parte, Pagés, que fue paciente de depresión, ha incidido en la necesidad de educar a la sociedad sobre la patología para "luchar contra la falta de conocimiento y el miedo a lo desconocido", además de enseñar también sobre la gestión de las emociones y la "aceptación de la frustración", ya que "la sociedad actual exige ser feliz desde que te levantas". Ha expresado también la importancia del papel terapéutico de la familia y personas cercanas, ya que "hablar y ser escuchado" es parte de la ayuda. "Si se entiende mejor la enfermedad y se comparte con la sociedad todas sus implicaciones, se mejora la calidad de vida del paciente con depresión y se colabora en su recuperación", ha concluido.
Debido al tabú asociado a la depresión, el concepto y la imagen de la campaña, cuyo hagshtag es #DeLaDepresiónSeSale, es un ascensor, ya que "es un espacio incómodo, donde la gente normalmente evita hablar, y en este caso representa el miedo de muchas personas que padecen depresión a hablar abiertamente de ello por temor a sus consecuencias laborales, sociales o familiares". En el ascensor de la campaña, los botones se corresponden a las diferentes fases de la enfermedad, a saber: los síntomas somáticos, los síntomas cognitivos, los síntomas afectivos, la depresión, la visita al médico y diagnóstico, el abordaje integral de la patología, la reducción de los síntomas y la mejoría, la remisión de los síntomas y, por último, la curación.