MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Investigadores de la Universidad de Illinois en Chicago (Estados Unidos) han identificado un nuevo mecanismo del cuerpo humano para detectar material 'extraño' durante las primeras respuestas inmunológicas. Esta 'herramienta', cuyos hallazgos se han publicado en la revista 'Journal of Biological Chemistry', podrían ayudar a detectar cánceres difíciles de localizar.
Los virus, las bacterias y el cáncer tienen muchas maneras de replicarse y sobrevivir en el cuerpo humano. En el caso de los virus y las bacterias, invaden una célula directamente para evitar su detección. Las células cancerosas tienen la ventaja de ser nativas en el cuerpo. Sin embargo, el cuerpo tiene salvaguardas contra tales tácticas furtivas.
"Hay proteínas en la célula que esperan la presencia de material 'extraño'. Por ejemplo, una proteína llamada ERAP1 está programada para encontrar material 'extraño', como proteínas virales y bacterianas, y dividirla en partes más pequeñas, también conocidas como péptidos. Otra proteína, MHC I, está programada para que se adhiera a un péptido extraño y lo mueva a la superficie de la célula. Con el péptido extraño fuera de la célula, las células inmunes pueden reconocer y destruir la célula infectada", explica la autora principal del estudio, Marlene Bouvier.
Este es un ejemplo de un proceso normal, pero a veces un péptido extraño, una vez unido al MHC I, permanece en la célula. Esto sucede cuando el material extraño no se descompone a un tamaño suficientemente pequeño o es demasiado largo.
Bouvier y sus colegas usaron la cristalografía de rayos X, un método para ver estructuras a nivel atómico, y la espectrometría de masas, que se usa para identificar la longitud de los péptidos por masa, para mostrar que ERAP1 puede cortar péptidos extralargos incluso después de haberse unido al MHC I.
"La cristalografía de rayos X nos permitió determinar estructuras tridimensionales para ver cómo estos péptidos más largos se unen al MHC I y se mueven con alta resolución. El uso de un ensayo enzimático ERAP1 con espectrometría de masas nos dio la capacidad de mostrar, por primera vez, que ERAP1 puede recortar péptidos unidos al MHC I. Estas herramientas nos permitieron desarrollar un modelo de este nuevo mecanismo de respuesta inmune", comenta Bouvier.
La investigadora asegura que esta nueva información podría ayudar a los investigadores a aprovechar ERAP1 para combatir las infecciones y el cáncer. "Esta investigación puede tener implicaciones importantes para las inmunoterapias. Por ejemplo, las células cancerosas no siempre presentan suficientes péptidos para ser etiquetadas como 'extrañas', lo que permite que las células cancerosas se repliquen y crezcan. Pero si hay una manera de manipular cómo ERAP1 genera los péptidos del cáncer, entonces se puede usar el repertorio de péptidos que se presenta en la superficie de la célula a nuestro favor. Esta es la aplicación más translacional de nuestra investigación", concluye.