MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
El doctor Carlos Suárez, especialista en aparato digestivo del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED), ha recordado que el hígado graso no alcohólico (HGNA) es también un factor de riesgo a la hora de desarrollar cáncer hepático, junto con la edad, el sexo (ser varón) y la cirrosis asociada tanto a hepatitis (B y C) y el alcoholismo.
El hígado graso no alcohólico es la primera causa de hepatopatía en el mundo occidental. El 90 por ciento de los obesos y el 75 por ciento de los diabéticos tipo II presentan esta patología, que afecta al 20 por ciento de la población adulta española, es decir, a casi 9,5 millones de personas, superando los datos de pacientes con hepatitis C y los que presentan hígado graso alcohólico, según datos de la Sociedad Española de Patología Digestiva. "Se estima que esta enfermedad aumente su incidencia año a año, ya que está asociada a otras enfermedades como la obesidad (pandemia del siglo XXI en sociedades industrializadas) y la diabetes tipo II", añade Suárez.
El hígado graso no alcohólico tiene diferentes fases: hígado graso o esteatosis, fibrosis o esteatohepatisis, cirrosis y hepatocarcinoma. Para que el HGNA acabe derivando en cirrosis pueden pasar incluso décadas. Sin embargo, el principal problema de esta enfermedad es que puede permanecer asintomática hasta que se obtiene un diagnóstico de cirrosis. "La cirrosis, ya sea provocada por alcohol o no, es junto a los virus de la hepatitis B y C, es uno de los principales factores de riesgo de cáncer de hígado, junto a la edad y ser varón", detalla el especialista de CMED.
El experto insiste en que el hígado graso no alcohólico es un factor de riesgo del hepatocarcinoma que puede ser evitable llevando a cabo una alimentación equilibrada, que permita reducir el peso del paciente hasta tener un IMC inferior a 25 y unos niveles glucémicos de entre 70 y 100 mg/dl en ayunas, y practicando ejercicio físico de manera regular.
"La recomendación de los especialistas en aparato digestivo es que los pacientes con factores de riesgo de padecer hígado graso no alcohólico se sometan a pruebas de detección precoz de esta patología. Si es detectado precozmente puede ser reversible o puede ser controlado para que el daño hepático no progrese", concluye el experto.