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Los niños con enuresis a menudo viven esta experiencia de forma traumática, al nivel del divorcio de los padres.KOS COMUNICACIÓN - Archivo

MADRID, 21 (EUROPA PRESS)

La cuarentena provocada por el nuevo coronavirus es una "buena oportunidad" para prevenir u observar la enuresis en los niños y comentarlo, cuando sea posible, con el pediatra para actuar tempranamente y prevenir posibles complicaciones, según ha asegurado el jefe del servicio de Urología del Hospital Santa Cristina de Madrid, director del Instituto Urológico Madrileño y presidente de la Asociación Española contra la Enuresis, Juan Carlos Ruiz de la Roja.

La enuresis monosintomática primaria, la más común, es el escape repetido de orina durante el sueño, por encima de los 5 años, cuando los niños ya deberían ser capaces de controlarla. Según datos de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) afecta al 16 por ciento de los niños de 5 años, al 10 por ciento de los de 6 años y al 7,5 por ciento de los de 10 años de edad, lo que significa aproximadamente medio millón de niños en España.

La observación y dedicación de padres y niños es fundamental para el éxito, por eso, el experto ha comentado que el estar con los hijos ahora durante la cuarentena es una oportunidad para conocer los hábitos miccionales de los menores hijos y detectar posibles problemas.

"La enuresis nocturna suele ir acompañada de síntomas diurnos como urgencia o dificultad para orinar, pequeñas pérdidas de orina durante el día, o señales como cruzar las piernas y contraer la vejiga; si estamos atentos a estos síntomas y nuestro hijo orina más de tres noches a la semana, nos encontramos ante una enuresis que debe ser correctamente diagnosticada y tratada", ha dicho el experto.

La desinformación, la vergüenza de reconocer en público el problema y la falta de concienciación por parte de los padres, que frecuentemente piensan que se solucionará con el tiempo, provocan que sea una patología altamente infra diagnosticada e infra tratada.

En este punto, el experto ha asegurado que diagnosticar correctamente ayuda, no solo a detectar la enuresis, sino a descartar otras posibles anomalías, como mal funcionamiento de la vejiga, hiperactividad vesical, hipertrofias de la musculatura vesical, problemas obstructivos o, incluso, poliuria asociada a la diabetes.

Para realizar un correcto diagnóstico deben realizarse pruebas clínicas, conocer la cantidad de orina por micción, el momento de los escapes, número de noches por semana y veces por noche, el volumen miccional máximo diurno (VMMD), así como utilizar herramientas como el diario o los calendarios miccionales.

La enuresis a partir de los 5 años tiene una tasa de curación alta pero los estudios dicen que si se interviene tempranamente sobre la enuresis, los niños dejan de orinar antes y las complicaciones de todo tipo que entraña padecerla son más leves y desaparecen antes. "Los castigos no ayudan en nada, por eso durante estos días debemos estar más cercanos al niño, trabajar el refuerzo positivo y alabar sus progresos como las noches secas", ha dicho el experto.

La enuresis conlleva, además, factores emocionales olvidados muchas veces por las familias y los profesionales sanitarios, que pueden desembocar en una baja autoestima, dificultad para las actividades diarias o bajo rendimiento social y escolar y que pueden verse agravados en estos días con el desconcierto que provoca en los niños la situación de la cuarentena.

Por este motivo, el doctor ha aconsejado hacer orinar al niño cada 3 horas como mucho, evitando que retenga la orina, reducir la ingesta de líquidos por la noche, evitar la cafeína, no poner pañal al niño ni despertarle durante la noche para que orine.

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