La Unión Europea (UE) se prepara para que su organismo regulador de la salud (Agencia Europea del Medicamento, EMA) decida este jueves si la vacuna contra el Covid-19 de AstraZeneca es segura, un paso clave en los esfuerzos del bloque por superar la complicada situación producto de la suspensión de su uso en varios países.
El veredicto previsiblemente será positivo para AstraZeneca después de que el martes la EMA adelantara que no ve indicios de que la inoculación de la vacuna desarrollada por la farmacéutica produzca trombos y declarara que los últimos casos notificados "son una coincidencia o un efecto secundario extraño".
Aun así, es un hecho que está habiendo problemas de salud derivados del uso de la vacuna, aunque sean puntuales. Aquí en España, Sanidad notificó este miércoles un fallecimiento y un caso de trombosis relacionados con la vacuna de AstraZeneca. Los expertos avisan de que, por mucho apoyo de la EMA o de la OMS (Organización Mundial de la Salud), quien ha recomendado seguir usando la vacuna, el daño reputacional ya está más que hecho, con la semilla de la desconfianza creciendo sin parar.
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Los expertos avisan: la crisis de AstraZeneca "es un completo desastre para Europa"La Agencia Europea del Medicamento, que ha respaldado sistemáticamente la vacuna, incluso en medio de las preocupaciones sobre el riesgo de coagulación de la sangre, emitirá una guía actualizada hoy jueves. Aunque una recomendación positiva debería dar a los gobiernos de Francia, Alemania, Italia, España y otros países la confianza necesaria para reanudar el uso de la vacuna, probablemente no sea algo tan sencillo.
Las suspensiones del uso de la vacuna de AstraZeneca en los distintos países han sido un nuevo varapalo en el deficitario proceso de vacunación en Europa. La vacunación en el bloque europeo avanza a trompicones. Este miércoles, además, se agravó el conflicto entre Londres y Bruselas sobre el suministro de vacunas después de que la UE amenazara con bloquear las exportaciones y Reino Unido culpara a la reducción de envíos de ralentizar su ritmo de vacunación. Inglaterra ya ha vacunado al 30% de su población. Europa, al 8%.