MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Los hijos de las mujeres embarazadas que reciben durante el embarazo la vacuna del tétanos, difteria y tos ferina (dTpa), denominada comercialmente 'Boostrix', tienen como media nueve veces más anticuerpos contra la tos ferina que los de mujeres embarazadas que no han sido vacunadas, según un extenso estudio de fase IV, aleatorizado, controlado con placebo y realizado en varios países por la compañía farmacéutica GSK.
"Los resultados demuestran que la administración de la vacuna dTpa 'Boostrix' de GSK a las embarazadas puede incrementar notablemente la respuesta inmunitaria para proteger a los recién nacidos de infecciones graves hasta que tengan la edad suficiente para que se les proteja directamente frente a la enfermedad mediante la vacunación", ha resumido el vicepresidente senior y director médico de la división de vacunas de GSK, Thomas Breuer.
El objetivo de la investigación, publicada en la revista 'Vaccine', era determinar la cantidad de anticuerpos contra la tos ferina que se transmitían de las mujeres embarazadas a sus bebés a través del cordón umbilical tras recibir la vacuna o un placebo de solución salina en el tercer trimestre del embarazo. También se evaluó la seguridad de la vacuna para las mujeres embarazadas, los fetos y los recién nacidos; en concreto, se determinaron los desenlaces adversos del embarazo y los acontecimientos adversos de interés específico.
Los resultados mostraron que los hijos de las madres que recibieron la vacuna dTpa continuaron teniendo concentraciones altas de anticuerpos contra la tos ferina transferidos por vía materna hasta su propia vacunación. Esto podría ofrecer una mejor protección a los niños en sus primeros meses de vida durante el período de mayor vulnerabilidad y hasta que puedan ser protegidos mediante la vacunación directa.
Informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que la vacunación contra la tos ferina ha evitado unas 687.000 muertes en todo el mundo a causa de la enfermedad. No obstante, según las cifras más recientes, en 2014 todavía había 24,1 millones de casos de tos ferina en todo el mundo y la mayoría de las muertes (53%) se produjeron en niños menores de un año de edadiv.
El primer beneficio directo de la vacunación en el embarazo "es la disminución de la mortalidad por tos ferina en el período neonatal, cuando más susceptibles son los niños por no disponer de suficientes anticuerpos, pues la primera dosis de la vacuna no se administra hasta que cumplen dos meses de vida". "Si vacunamos a las madres durante el embarazo, conseguimos que haya más anticuerpos en sangre materna y que estos pasen en mayor cantidad al bebé, protegiéndolo", ha argumentado el director del Instituto de Salud de la Mujer del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Ignacio Cristóbal.
A nivel mundial, más de 30 países recomiendan administrar la vacuna dTpa a las mujeres embarazadas. En España, se aconseja administrar la vacuna entre las semanas 27 y 36 de gestación (preferentemente entre las 28 y 32 semanas). Desde su implantación, en 2015, en España se han alcanzado coberturas de vacunación de tosferina superiores al 80 por ciento en embarazadas.
"Si administramos la vacuna en periodos muy tardíos del embarazo, las posibilidades de cualquier efecto secundario van a ser más escasas, pero también la cantidad de anticuerpos que genera la madre y la protección del bebé es menor. Por ello, hay que buscar un período en el embarazo en el que la vacunación sea segura y dé opción a tener suficiente cantidad de anticuerpos", concluye el doctor.