Eslovaquia decretó este miércoles un confinamiento general de dos semanas para todo el país y toda la población, que comenzó en la medianoche, con el objetivo de frenar el exponencial crecimiento de las infecciones de Covid-19.
El país sigue así el ejemplo de la vecina Austria. El primer ministro eslovaco ha precisado que las medidas se evaluarán después de diez días y que cualquier flexibilización sólo implicará a los vacunados.
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"Vacunados, recuperados o muertos": Alemania sopesa un nuevo confinamiento"Se evaluará la situación en diez días, y si se permite una apertura, serán los vacunados y los curados los que se beneficiarán de ello", declaró en rueda de prensa el primer ministro eslovaco, Eduard Heger.
El confinamiento supone el cierre de bares, restaurantes y lugares de ocio. Sólo abrirán los comercios y servicios de primera necesidad. Los colegios, sin embargo, continuarán funcionando, aunque las autoridades no descarten su cierre en el caso de que se mantenga la tendencia de contagios.
Para las empresas, las medidas se endurecieron también. Todo aquel no vacunado tendrá desde el próximo lunes la obligación de hacerse una prueba Covid para ir a trabajar. Además, a partir de las 8 de la noche habrá toque de queda en todo el país.
"La situación es grave", sentenció el primer ministro. "Hemos llegado hasta aquí porque no se han respetado las medidas existentes. La defensa de la vida y de las personas es lo que ha determinado esta decisión", añadió Heger.