MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
En 2018 hubo 22.133 fallecimientos por cáncer de pulmón en España, un 0,2 por ciento más respecto a 2017, siendo la principal causa de muerte por enfermedad oncológica, según ha avisado la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, que se celebra el próximo 4 de febrero.
Este cáncer es mucho más frecuente en hombres que en mujeres, ya que por cada cuatro hombres que lo padecen, hay una mujer afectada, si bien el mayor aumento de muertes por este cáncer corresponde a las mujeres. Así, en 2018, hubo 17.181 muertes por cáncer de pulmón en hombres, un 0,3 por ciento menos que en 2017, y 4.952 en mujeres, un 2,1 por ciento más respecto a 2017.
Actualmente, el cáncer de pulmón es el cáncer que causa mayor mortalidad en hombres, seguido del cáncer de colon. En cambio, la primera causa de muerte por tumores en mujeres es el de mama, seguido del de pulmón que, en 2017, pasó a ser la segunda causa de muerte por cáncer entre las féminas. En concreto, en el año 2017 hubo 17.241 muertes por cáncer de pulmón en hombres (un 2% menos que en 2016) y 4.848 en mujeres, un 6,4 por ciento más que en 2016.
"Las medidas de prevención más eficaces para frenar la aparición de nuevos casos de cáncer de pulmón siguen siendo evitar el tabaquismo y la contaminación ambiental, especialmente en las grandes urbes. Tanto el tabaquismo activo y pasivo como estar expuesto al aire contaminado se han asociado al desarrollo de tumores de pulmón. Por eso, los profesionales sanitarios españoles seguiremos insistiendo en que la Administración adopte y aplique medidas antitabáquicas y para mejorar la calidad del aire en las ciudades, como las zonas de bajas emisiones, además de los buenos hábitos que cada persona decida adoptar individualmente para preservar su salud pulmonar", ha explicado el cirujano torácico y coordinador del Área de Oncología Torácica de SEPAR, Juan Carlos Trujillo.
Junto a la prevención, el papel del neumólogo es clave en la detección y cribado del cáncer pulmonar en estadios precoces, ya que se puede abordar mejor si se detecta en estos estadios iniciales, I y II, cuando los tumores aún son asintomáticos y apenas se han extendido. Actualmente, en torno al 75 por ciento de los casos de cáncer de pulmón se diagnostican en fases avanzadas (el 60% en estadio IV y el 15% en estadio III) y solo un 16 por ciento de estos tumores se diagnostican confinados en su lugar primario, según datos de la literatura médica.
"El diagnóstico del cáncer de pulmón en estadio I y II es poco frecuente porque los tumores son asintomáticos o dan síntomas muy poco específicos. Esto lleva a que haya un retraso diagnóstico de estos tumores y que, cuando se diagnostiquen, el pronóstico sea peor y explica que la supervivencia sea de solo el 15% de los casos a los cinco años en el ámbito mundial. Por eso, debemos incidir en la importancia de realizar un programa de cribado, para poder detectar los tumores cuando aún sean operables y por lo tanto se pueda alargar la supervivencia de los pacientes. Sin duda, el neumólogo tiene un papel crucial en el diagnóstico de estos tumores primarios, mientras que el cirujano torácico lo tiene en su tratamiento quirúrgico", ha dicho Trujillo.
'PROYECTO CASSANDRA'
En este sentido, SEPAR está desarrollando el 'proyecto Cassandra' para el cribado y detección tanto del cáncer de pulmón como de otras enfermedades derivadas del tabaquismo. Esta detección precoz es posible gracias a nuevas técnicas diagnósticas como las que se presentan en las Reuniones de Invierno que se celebrarán los próximos días 7 y 8 de febrero en Málaga.
Precisamente, en la 28 Reunión Conjunta de Áreas SEPAR, se va a debatir sobre una de estas técnicas diagnósticas avanzadas, dentro de la ponencia 'Validez de las muestras obtenidas mediante técnicas endoscópicas para el análisis del PD-L1 en el cáncer de pulmón no microcítico', a cargo de la oncóloga médica del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, Margarita Majem.
En la actualidad, el 80 por ciento de los casos de cáncer de pulmón que se diagnostican son de célula no pequeña (no microcíticos). El estudio de biomarcadores es necesario para los tumores de pulmón en estadio III irresecable y en estadio IV.
"El 75 por ciento de los pacientes son diagnosticados en estadios localmente avanzados o avanzados de cáncer de pulmón y necesitan la realización de biomarcadores para poder decidir cuál es el mejor tratamiento para cada estos pacientes. Estos biomarcadoresforman parte de la práctica clínica habitual, entre los cuales figuran el EGFR, ALK, ROS 1 y el PD-L1", ha explicado Majem.
La ponencia de la doctora está centrada en este último, el PD-L1, que es una proteína que se utiliza para seleccionar a los pacientes que son candidatos a recibir inmunoterapia para tratarse de su cáncer de pulmón, y que está presente en las células cancerosas y las ayuda a protegerse de las células del sistema inmunitario evitando ser atacadas.
En estos casos, los pacientes pueden beneficiarse de un tratamiento con inmunoterapia destinado a reforzar el sistema inmune y que este sea capaz de reconocer y atacar a las células cancerosas. Actualmente, la técnica diagnóstica estándar para determinar la cantidad de PD-L1 es la biopsia, pero, en muchos pacientes, por las dificultades que entraña extraer una muestra histológica (de tejidos) del pulmón, se obtiene un bloque citológico (de células se aspiran).
La existencia de ambas opciones plantea una controversia en la práctica clínica, puesto que todavía no existe un estudio prospectivo que respalde la validez de la citología frente a la biopsia en los pacientes con cáncer de pulmón avanzado que requieren de un diagnóstico con el biomarcador PD-L1 para decidir el tratamiento óptimo en su caso.
"Las razones que justifican el uso de la biopsia son que la citología no es una técnica validada mediante un estudio prospectivo; con ella se obtienen pocas células para realizar el análisis y en un porcentaje no despreciable no se obtiene suficiente material para su análisis; actualmente se dispone de agujas de biopsia para los EBUS. El diagnóstico de cáncer de pulmón va a precisar cada vez más de estas técnicas diagnósticas avanzadas, sobre todo en los pacientes con enfermedad locorregional cada vez se va a utilizar más el EBUS, con un enfoque muy complejo, que requiere de la intervención de muchos especialistas", ha zanjado Majem.