MADRID, 4 (EUROPA PRESS)

Investigadores de la Universidad de Buffalo (Estados Unidos) han demostrado que el ejercicio aeróbico supervisado acelera la recuperación de las conmociones cerebrales. Este estudio, publicado en la revista 'Journal of the American Medical Association Pediatrics', es el primer ensayo clínico aleatorizado que analiza este tipo de tratamiento.

Los científicos siguieron a 103 participantes de 13 a 18 años, con casi la misma cantidad de hombres y mujeres. Todos fueron vistos dentro de los 10 días después de sufrir una conmoción cerebral relacionada con el deporte. Los pacientes que siguieron el programa de ejercicio aeróbico tardaron un promedio de 13 días en recuperarse, mientras que los del grupo de control, que realizaron ejercicios de estiramiento, tardaron 17 días.

"Esta investigación proporciona la evidencia más sólida hasta el momento de que un programa de ejercicio aeróbico individualizado que mantiene la frecuencia cardíaca por debajo del punto en que los síntomas empeoran es la mejor manera de tratar la conmoción cerebral en adolescentes", señala el primer autor de este artículo, John J. Leddy.

Los hallazgos contradicen directamente el enfoque convencional de la conmoción cerebral, que a menudo consiste en un descanso casi total, que elimina la mayoría de las actividades físicas y mentales, incluido el trabajo escolar. "Decirle a un adolescente que vaya a casa y, básicamente, no haga nada, es deprimente. En realidad, puede aumentar sus síntomas físicos y psicológicos, y eso lo vemos especialmente entre las niñas. Pero con nuestro enfoque, se puede regresar a la escuela y comenzar a hacer estos ejercicios", detalla.

Para determinar cuánto ejercicio podría soportar cada paciente sin exacerbar los síntomas, los investigadores sometieron a los pacientes a una prueba en la que, a medida que caminan en una cinta rodante, la inclinación aumenta gradualmente y la frecuencia cardíaca se registra en el punto en que se intensifican los síntomas de conmoción cerebral.

Los pacientes fueron asignados al azar al grupo de ejercicio aeróbico (52) o a un grupo de estiramiento (51). Ambos grupos fueron enviados a casa con un monitor de frecuencia cardíaca para que pudieran asegurarse de que permanecían por debajo del umbral mientras hacían ejercicio. Ambos grupos realizaron su ejercicio asignado durante aproximadamente 20 minutos cada día y se les pidió que informaran del cumplimiento y los síntomas diarios a través de Internet.

Solo dos de los 52 participantes (4%) en el grupo de ejercicio aeróbico tardaron más de cuatro semanas en recuperarse, en comparación con siete de los 51 (14%) en el de estiramiento. Esto no alcanzó significación estadística, pero la literatura científica sugiere, en contraste, que entre el 15 y el 25 por ciento de los adolescentes que no reciben ningún tratamiento serán sintomáticos en las últimas cuatro semanas.

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