Los nuevos casos de Covid-19 vuelven a dispararse en China, que se enfrenta a su mayor brote desde los primeros días de la pandemia. Este martes se duplicaron los contagios respecto al día anterior, pasando de 1.337 el lunes a 3.507 nuevos casos. Una variante de rápida propagación está poniendo a prueba la estrategia de tolerancia cero del país.
China, que había mantenido a raya al virus desde el brote inicial en la ciudad de Wuhan a principios de 2020, mira con temor a los más de 10.000 casos registrados en las dos primeras semanas de marzo, superando con creces los brotes anteriores. No obstante, las cifras son bajas en comparación con otras partes del mundo.
La mayoría de los nuevos casos se dieron en la provincia nororiental china de Jilin, donde se reportaron 2.601. Brotes más pequeños han afectado a más de una docena de provincias y ciudades importantes, incluidas Beijing, Shanghai y Shenzhen.
Jilin ha prohibido a los residentes salir de la provincia y viajar entre ciudades dentro de ella. Los 9 millones de residentes de Changchun, la capital provincial y un centro de fabricación de automóviles, han estado encerrados desde el viernes mientras las autoridades realizan repetidas rondas de pruebas masivas tanto allí como en la ciudad de Jilin.
Más de 1.000 sanitarios han llegado desde otras provincias junto con suministros de respuesta a la pandemia, y la provincia ha movilizado a 7.000 militares en la reserva para ayudar.
