SANTANDER, 29 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Cantabria solicitará la semana que viene al Ministerio de Sanidad el pase de la región a la fase 3 del plan de desescalada que, de ser autorizado, entraría en vigor el próximo 8 de junio.
La Comisión de Desescalada, reunida este viernes, ha acordado incluir en la propuesta el inicio de actividad en el aeropuerto 'Severiano Ballesteros' en cuanto la autoridad sanitaria nacional de luz verde a la apertura de fronteras internacionales y, lógicamente, también los movimientos nacionales de pasajeros.
El objetivo es que el aeródromo comience ya con los preparativos para cuando llegue ese momento y restablecer de inmediato la movilidad de las personas y la actividad socioeconómica que gira en torno al aeropuerto, ha señalado el Gobierno de Cantaria en nota de prensa.
La comisión, encabezada por el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, volverá a reunirse el próximo lunes para "perfilar" los detalles de la solicitud, que también contempla ir avanzando, al tiempo que lo haga el Ministerio de Sanidad, en la apertura de las guarderías.
La Comunidad Autónoma está a la espera de que se diseñen a nivel nacional los criterios de reapertura de estos centros con las máximas garantías de seguridad e higiene, puesto que su actividad es fundamental para la conciliación de la vida personal y profesional.
GEOPREVENCIÓN PARA MINIMIZAR LOS RIESGOS
En otro orden de cosas, la Comisión también ha analizado el informe del grupo Economía y Salud, la Universidad de Cantabria y el IDIVAL, coordinado por David Cantanero, que asesora a este órgano en la determinación de los ritmos temporales para la vuelta progresiva a la normalidad de todos los sectores económicos y sociales de la Comunidad Autónoma.
En este sentido, Cantanero ha presentado una serie de propuestas que ahondan en el contexto rural de Cantabria y la baja incidencia del COVID-19 en esas zonas. De ahí que hayan diseñado la herramienta 'SITAR-COVID19', un sistema de información territorial de acción rápida que diagnostica la realidad territorial, demográfica y socio-económica. Se trata de un instrumento de geoprevención para afianzar la seguridad en las fases avanzadas de la desescalada.
El objetivo es ofrecer una herramienta para una respuesta "rápida e inmediata" ante la aparición de brotes locales y minimizar los riesgos asociados a las nuevas actividades que se van incorporando en cada fase en los diversos sectores económicos.
En la Comisión de Desescalada, además de Revilla, han participado el vicepresidente regional, Pablo Zuloaga; los consejeros de Sanidad e Interior, Miguel Rodríguez y Paula Fernández, respectivamente; las directoras generales de Salud Pública, Paloma Navas, y del Servicio Cántabro de Salud, Celia Gómez; el director del Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (ICCAST), Álvaro Plaza, y el profesor David Cantarero, responsable del Grupo de Investigación en Economía Pública y de la Salud de la UC.