El Ejecutivo cántabro ha impuesto un toque de queda de 1 a 6 de la madrugada en 53 de sus municipios y ha limitado las reuniones sociales a seis personas no convivientes en el ámbito público y privado durante los próximos 14 días a la espera de la evolución epidemiológica.
Miguel Rodríguez (PSOE), consejero de Sanidad, y Reinhard Wallman, director general de Salud Pública, han anunciado este miércoles las medidas que se han tomado tras varias semanas de crecimiento de los contagios en la comunidad.
La incidencia acumulada ha superado los 500 casos por cada 100.000 habitantes y casi la mitad de los municipios de la región se encuentran en nivel 2 de alerta sanitaria. Las restricciones afectarán también a los aforos en hostelería, comercio, cultura o deporte.
Además, tanto Rodríguez como Wallman han confirmado que en toda la región se prohibirá la venta de alcohol en los establecimientos minoristas "a partir de las 20.00 horas". Esta medida afectará a todos el territorio "de manera indefinida hasta que mejoren los indicadores de la pandemia".
Según el titular de Sanidad, los 53 municipios son: Arenas de Iguña, Argoños, Arnuero, El Astillero, Bárcena de Cicero, Cabezón de la Sal, Cabezón de Liébana, Camaleño, Camargo, Campoo de Enmedio, Cartes, Castañeda, Castro Urdiales, Cieza, Colindres, Comillas, Corrales de Buelna, Entrambasaguas, Escalante, Guriezo, Hazas de Cesto, Hermandad de Campoo de Suso, Laredo, Marina de Cudeyo, Mazcuerras, Medio Cudeyo, Meruelo, Miengo, Noja, Peñarrubia, Piélagos, Polanco, Potes, Puente Viesgo, Ramales de la Victoria, Reinosa, Reocín, Ribamontán al Mar, Ribamontán al Monte, Rionansa, San Vicente de la Barquera, Santa Cruz de Bezana, Santa María de Cayón, Santander, Santillana del Mar, Santoña, Selaya, Suances, Los Tojos, Torrelavega, Valderredible, Vega de Liébana y Villaescusa.