SANTA CRUZ DE TENERIFE, 11 (EUROPA PRESS)

La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Programas Asistenciales del Servicio Canario de la Salud, ha elaborado el protocolo Gestión organizativa de la actividad asistencial en un escenario de recuperación tras la crisis por SARS-Cov-2 en centros sanitarios del SCS que regirá la vuelta paulatina de la actividad sanitaria a los centros hospitalarios y de Atención Primaria de Canarias, empezando por la fase 1 en la que ya se encuentran todas las islas del archipiélago.

Esta medida, que se toma ante la actual tendencia decreciente de nuevos casos de contagio por coronavirus, ha requerido de la implementación de medidas de reorganización de la actividad asistencial en todos sus ámbitos. Las medidas incluidas en este protocolo se pondrán en marcha de forma escalonada y están condicionadas al mantenimiento de una incidencia baja de los datos de contagios, por lo que se mantiene en todo momento la coordinación con el Servicio de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública del SCS.

De manera general, en este proceso se mantendrá un perfil alto en cuanto a información sobre medidas de autoprotección, en especial en el mantenimiento de la distancia personal y social; se velará por el cumplimiento exhaustivo de las medidas de higiene de manos; se reforzará la desinfección del material de apoyo al diagnóstico como fonendoscopios, tensiómetros o pulsioxímetros, después de cada uso; se limpiará y desinfectará los espacios asistenciales; se estandarizará el uso de mascarillas quirúrgicas/higiénicas para trabajadores, usuarios y acompañantes; se controlará el mal uso del uniforme laboral fuera de las áreas de trabajo; se adecuarán las citas en consultas médicas, de Enfermería, analíticas, pruebas complementarias, etcétera, de tal manera que se minimicen las aglomeraciones y estancias de pacientes en las salas de espera.

Así, la reactivación gradual de la actividad asistencial en hospitales, centros de salud y consultorios locales estará condicionada por diversos factores: criterios epidemiológicos, estabilización del número de hospitalizaciones o nuevos casos en un período prolongado de tiempo; capacidad suficiente del sistema sanitario, disponibilidad de camas, equipos tecnológicos, medicamentos, EPI y adecuación de recursos humanos, y capacidad de seguimiento, realización de pruebas a gran escala, aislamiento y control de manera rápida a las personas infectadas.

En Atención Primaria se reabrirán los consultorios periféricos de forma progresiva en función de la disponibilidad de personal de las Gerencias y se recuperarán paulatinamente las consultas programadas y de seguimiento de los distintos programas de salud, empezando por aquellos pacientes de mayor riesgo. En este sentido, se deberá ser proactivo, para lo cual se han identificado a los pacientes crónicos por nivel de fragilidad en listados accesibles desde la historia clínica.

La solicitud de emisión o renovación del Plan de Tratamiento se continuará gestionando de forma preferente a través de consulta telefónica, dejando a criterio del facultativo la necesidad de acudir o no al Centro de Salud. En esta fase 1 seguirá cancelada la realización de espirometrías.

Además, se podrán retomar las siguientes prestaciones según las condiciones de cada centro, siempre extremando las medidas de higiene necesarias: retinografías. electrocardiogramas programados, ecografías y citologías en mujeres de alto riesgo, entre otras pruebas.

En Pediatría, se mantendrán los espacios de agenda dedicados a controles de salud de vacunación prioritaria, ampliándose el tramo hasta los 6 o 12 años, dependiendo del nivel de carga asistencial existente. Debe mantenerse en las agendas la opción de al menos un tercio de la misma con consulta telefónica, para la resolución de problemas y seguimiento domiciliario que se puedan hacer por esta vía.

En atención al embarazo se hará coincidir la primera visita y la de la semana 24 con la analítica de sangre. Asimismo, se hará coincidir la visita puerperal para valoración de lactancia y estado emocional materno con la cita de Pediatría y Trabajo Social, si lo precisa.

Por otro lado, se establecerán las medidas de seguimiento de las residencias en cada Zona Básica de Salud, fomentando la formación en medidas de seguridad y prevención. En los Servicios Normales de Urgencia y Puntos de Atención Continuada se establecerán zonas diferenciadas separados para pacientes con clínica respiratoria, posible/probable COVID-19.

ATENCIÓN HOSPITALARIA

En Atención hospitalaria se abordará la recuperación progresiva de la actividad teniendo en cuenta que cada Gerencia podrá adoptar fases de recuperación deferentes. Con carácter general, se minimizará la posibilidad de contacto entre usuarios, con medidas especiales en las salas de espera; se reorganizarán las agendas para evitar aglomeraciones de pacientes y las citas para analíticas y pruebas se realizarán el mismo día siempre que sea posible. También se definirán espacios independientes en las áreas quirúrgicas, de hospitalización para pacientes con COVID-19, de Radiodiagnóstico o Urgencias.

Respecto a la actividad quirúrgica, los hospitales deben destinar al menos un quirófano y todo su equipamiento para pacientes con COVID-19. Además, todos los pacientes incluidos en un parte de quirófano deben tener una PCR como parte del estudio preoperatorio. En caso de cirugía urgente, se hará PCR urgente siempre y cuando la intervención permita la demora.

En esta fase 1, los profesionales priorizando las consultas y valoraciones de pacientes vía telefónica para evitar desplazamientos al hospital. Cada facultativo o servicio clínico hará una revisión de sus propias consultas sucesivas para valorar cualquier cambio que la haga demorable, solucionable vía telefónica o subsidiaria de alta.

En caso de que la cita presencial sea imprescindible, se limitará al mínimo el tiempo de estancia en el centro, además de facilitar mascarillas quirúrgicas a aquellos usuarios vulnerables que acudan sin ellas. Para evitar aglomeraciones en salas de espera se repartirán las agendas de citas en horario de mañana y de tarde.

Se potenciará la interconsulta virtual integrada entre Atención Primaria y Atención Hospitalaria como vía de comunicación entre ambos niveles, evitando el traslado no necesario de pacientes a los centros hospitalarios y agendando al paciente, si procede, para valoración telefónica o presencial.

Se retoma la actividad de las consultas hospitalarias sucesivas que requieran visita presencial del paciente. Además, se continuará con las primeras visitas de las consultas de CAEs y hospitalarias. El inicio de la actividad en los CAEs viene condicionada a la mayor cercanía física a los usuarios y, por tanto, a menores tiempos y distancias en los desplazamientos.

La actividad de Fisioterapia se ampliará, en función de la situación epidemiológica a la demanda, con especial atención a la rehabilitación cardiaca, respiratoria y neurológica ambulatoria. Asimismo, se reforzará la atención de los profesionales de Trabajo Social en la atención a la problemática sociofamiliar emergente.

PRUEBAS DIAGNÓSTICAS

A partir de hoy, se amplía la realización de procedimientos mediante endoscopia a todo lo recogido en su cartera, garantizándose las medidas de protección adecuadas; las áreas de Hemodinámica y Radiología Vascular Intervencionista recuperarán la actividad programada y se potenciará el control del tratamiento anticoagulante por parte de Atención Primaria.

En esta fase 1 se mantiene toda la actividad quirúrgica, ampliándose a partir de ahora de manera progresiva y adecuada a las condiciones de cada hospital a los procedimientos quirúrgicos clasificados como de prioridad media.

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