Lild ha lanzado una agresiva campaña estos días anunciando que amplía su oferta de carne que no es carne, en este caso, de carne elaborada a base de componentes vegetales. La compañía reconoce que hay una "revolución veggie", una tendencia al alza de los alimentos veganos, y subraya que dos de cada diez hogares compraron en 2019 algún producto de este tipo.
Junto a los usuarios que no comen carne porque son veganos o vegetarianos, están aquellos que limitan o quieren limitar el consumo de carne roja pensando en que es mejor para su salud, pero también por su preocupación por el impacto medioambiental que tiene la producción de vacuno. En este sentido, hay otro tipo de carne, la carne cultivada, que igualmente empieza a pedir paso.
La carne cultivada es la que se produce en un laboratorio a partir de la carne 'tradicional', pero mediante métodos 'no tradicionales'. Las células se extraen de los animales y son cultivadas y diferenciadas usando un método de crecimiento. "Hemos comprobado que la carne cultivada produce menos gases de efecto invernadero, es menos intensiva en el uso de la tierra, ofrece potencial para una fuerte seguridad alimentaria y la posibilidad de una producción localizada", explica Morgan Stanley en un informe en el que valora el auge de este tipo de carne. Dicho esto, también reconoce que la tecnología es "intensiva en energía y que hay preocupaciones éticas persistentes asociadas al uso de ciertos métodos de crecimiento".
La carne cultivada es la que se produce en un laboratorio a partir de la carne 'tradicional', pero mediante métodos 'no tradicionales'
El banco estadounidense explica que, durante sus debates sobre el futuro de la alimentación con los inversores, éstos han mostrado su interés sobre las carnes cultivadas, sobre la tecnología que se usa y sobre si este tipo de alimento acabará imponiéndose al original.
Sin entrar en afirmaciones tajantes, lo que sí observa Morgan Stanley es que hay potencial para que, tanto la carne cultivada como la carne de origen vegetal, sigan creciendo. "Vemos margen para una demanda continúa de ambas", precisan, sin que en principio una acabe con la otra porque ambas ofrecen alternativas que hoy por hoy buscan los consumidores.
Así, subrayan "los fuertes atributos mediambientales de las dos opciones, el hecho de que se espera que los dos tipos de carne alcancen la paridad de precios respecto a la carne tradicional, la diversidad en la percepción de los consumidores y un mercado más fragmentado" como elementos impulsores del consumo de estos productos.
SINGAPUR, EL PIONERO
La tecnología de la carne cultivada aún no está aprobada por los reguladores. Aunque muchos organismos gubernamentales han apoyado el concepto de producción de carne in vitro, debido a sus atributos ambientales y sociales positivos, hasta ahora el "nuevo alimento" solo ha obtenido la aprobación reglamentaria en Singapur.
A finales del año pasado, Singapur dio la primera aprobación del mundo a los nuggets de pollo de carne cultivada de Eat Just
A finales del año pasado, Singapur dio la primera aprobación del mundo a los nuggets de pollo de carne cultivada de Eat Just. La carne se lanzará al mercado a un precio de unos 23 dólares por caja, más cara que los nuggets de pollo tradicionales, y estará disponible por primera vez en un restaurante de Singapur. "Entendemos que el proceso de aprobación de los nuggets de pollo tardó unos dos años en completarse. Sin embargo, para la siguiente ola de productos es posible que este plazo se reduzca en Singapur", explica Morgan Stanley.
Existe la esperanza de que otros países sigan los pasos de Singapur. En una entrevista concedido a Reuters a principios del pasado mes de diciembre, Josh Tetrick, cofundador y consejero delegado de Eat Just, dijo: "Me imagino que lo que sucederá es que Estados Unidos, Europa Occidental y otros países verán lo que Singapur ha podido hacer, el rigor del marco que han creado. Y me imagino que tratarán de utilizarlo como plantilla para crear su propio marco". El banco estadounidense reconoce que todas las empresas de carne cultivada con las que han hablado confían en que el mercado debería ver muchas más aprobaciones regulatorias en los próximos 2-3 años.
En marzo de 2019, el Departamento de Agricultura y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) anunciaron que regularán conjuntamente esta nueva categoría de carne celular en Estados Unidos. El acuerdo describe las funciones y responsabilidades de supervisión de ambas agencias y cómo colaborarán para regular el desarrollo y la entrada de estos productos en el mercado comercial. En Europa, las carnes cultivadas tendrían que ser aprobadas en el marco de la Regulación de Nuevos Alimentos (Novel Foods Regulation) y es probable que este proceso dure entre 18 y 24 meses, prevé Morgan Stanley.