Boris Johnson, el primer ministro de Reino Unido, ha instado a todos sus ciudadanos a que trabajen desde casa, siempre que sea posible. Además, ha decretado que los bares y restaurantes del país permanecerán abiertos hasta las 22:00 horas, momento en que echarán el cierre. Ambas decisiones forman parte del plan que está llevando a cabo el país para frenar la propagación del coronavirus debido al aumento de casos en los últimos días.
Jonhson ha apuntado en el Parlamento inglés que "este es el momento en el que debemos actuar". Aunque no ha querido hablar de un segundo confinamiento, el primer ministro ha avisado de que se reservarán el derecho de aplicar restricciones todavía más "significativas".
En el tema de la restauración, Jonhson también ha anunciado que será obligatorio el uso de mascarillas y que quienes no obedezcan estas normas o las reglas de cuarentenas obligatorias se enfrentarán a fuertes multas. De esta forma, su gobierno pretende disminuir los contactos sociales, principal origen de los contagios.
Las medidas se han conocido este martes, un día después de que los directores médicos de Reino Unido elevaran el nivel de alerta del país, diciendo que el virus se está propagando rápidamente. Otros importantes expertos médicos dijeron que el número de nuevas infecciones diarias en en país, que llegó el lunes a 4.300, podría aumentar hasta 50.000 por día en octubre si no se toman medidas inmediatas.
"No vamos a volver al tipo de medidas que teníamos en la primavera". "Si la gente puede trabajar desde casa, debería hacerlo". "Pero enfatizo que es muy importante que las personas cuyos trabajos requieren que estén en un lugar de trabajo específico lo hagan", ha afirmado el ministro de la Oficina del Gabinete, Michael Gove.