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Vodafone registró en su último año fiscal, finalizado en marzo, un beneficio después de impuestos de 2.624 millones de euros, lo que supone casi cinco veces más que en el ejercicio previo. Mientras, los ingresos totales fueron de 45.580 millones de euros, un 4% superiores.
El negocio en Europa y África contribuyó al crecimiento de la facturación. La deuda neta se situó en 41.600 millones de euros al cierre del ejercicio, frente a los 40.500 millones de euros del año anterior.
Por su parte, el EBITDA ajustado alcanzó los 15.200 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 5% frente al año anterior. Para el año , se espera un EBITDA ajustado en un rango de 15.000 a 15.500 millones de euros.
"Si bien no somos inmunes a los desafíos macroeconómicos en Europa y África, estamos bien posicionados para enfrentarlos y esperamos brindar un desempeño financiero resistente en el próximo año", ha comentado el consejero delegado de Vodafone, Nick Read, señalando que la compañía ha conseguido "un buen rendimiento económico".
No obstante, ha reconocido que "el clima macroeconómico actual presenta desafíos específicos, particularmente la inflación, y es probable que afecte nuestro desempeño financiero en el próximo año". Hay que recordar que, en febrero, Read dijo que Vodafone estaba buscando fusiones con rivales en múltiples mercados europeos, entre los que destacan España, Italia, Reino Unido y Portugal.
VODAFONE ESPAÑA FACTURA UN 0,3% MÁS
Los ingresos totales de Vodafone España alcanzaron 4.180 millones de euros, un 0,3% más que en el año fiscal anterior, respaldados por el incremento de ventas por terminales y dispositivos.
Los ingresos por servicio alcanzaron 3.714 millones de euros, un descenso del 2%, debido a la competencia en precios, y parcialmente compensado por los ingresos por roaming y turistas, así como por el aumento de la demanda en el segmento de empresas y administraciones públicas.
El EBITDA en el año fiscal alcanzó 957 millones de euros, disminuyendo un 1,1%, debido a la caída de ingresos por servicio parcialmente compensados por ahorros de costes.
La actividad comercial de Vodafone se vio parcialmente impactada por la continua competitividad de precios en el segmento de valor, con una mejora gradual hacia el final del año fiscal, lo que refleja el continuo impulso para mejorar la fidelidad de los clientes.
De esta forma, la base de clientes móviles de contrato se mantuvo estable, en los 11,4 millones, apoyada por la fuerte demanda del sector público. La base de clientes de banda ancha se redujo en 164.000 hasta los 3 millones. La base de clientes de TV se redujo en 88.000 clientes, hasta 1,5 millones.