El fabricante danés de aerogeneradores Vestas registró pérdidas netas por valor de 71 millones de euros en los nueve primeros meses del año, una reducción del 93% respecto de los 'números rojos' de 1.031 millones contabilizados hace un año, según informó la empresa, que confía en ser rentable en 2023.
Sin embargo, entre enero y septiembre, la multinacional registró un aumento en su facturación del 9,3%, hasta los 10.611 millones de euros.
En el tercer trimestre, la danesa logró un beneficio neto atribuido de 29 millones de euros, frente a las pérdidas de 171 millones del mismo periodo de 2022, mientras que los ingresos aumentaron un 11,2%, hasta 4.353 millones.
El presidente y consejero delegado de Vestas, Henrik Andersen, destacó el aumento del "impulso positivo" durante el tercer trimestre, lo que permitió mejorar la ejecución y rentabilidad de manera gradual.
"Según nuestros resultados de los primeros nueve meses, seguimos en camino de ser rentables en 2023 y estamos ajustando nuestras previsiones para todo el año", añadió.
De tal modo, sobre la base de los resultados de los primeros nueve meses, Vestas ahora espera que sus ingresos oscilen entre 14.500 y 15.500 millones de euros (anteriormente entre 14.000 y 15.500 millones de euros).
Asimismo, la perspectiva para el margen EBIT antes de extraordinarios se ajusta a un rango del 0% al 2% desde la anterior horquilla de entre el -2% y el 3%, mientras que ahora se espera que el margen EBIT de servicios sea de alrededor del 21%, frente al 22% anterior.
En cuanto a las inversiones, Vestas anticipa ahora que asciendan a unos 800 millones de euros, por debajo de los 1.000 millones previstos con anterioridad.