UBS ganó 1.425 millones de dólares en el tercer trimestre del año, lo que contrasta con las pérdidas de 715 millones del mismo periodo de 2023 y con la previsión del consenso de un beneficio neto atribuido de 667,5 millones de dólares.
Los ingresos de la entidad suiza en el periodo fueron de 12.334 millones de dólares, un 5% más que los 11.695 millones del tercer trimestre de 2023. Esta cifra estuvo también por encima de las expectativas del mercado, de 11.780 millones de dólares.
El beneficio operativo antes de impuestos se situó en 1.929 millones de dólares frente a las pérdidas de 184 millones del año previo.
El rendimiento sobre el capital tangible alcanzó el 7,3%, comparado con el 5,9% del segundo trimestre. El ratio de capital CET1 fue del 14,3%, inferior al 14,9% del segundo trimestre.
El prestamista señaló que espera completar su programa de recompra de acciones de 1.000 millones de dólares en el cuarto trimestre y tiene la intención de continuar con las recompras en 2025.
UBS volvió a la rentabilidad en el primer trimestre de 2024 después de dos pérdidas trimestrales relacionadas con la adquisición de Credit Suisse, un proceso intensivo ya completado y rodeado de advertencias de la OCDE sobre los "nuevos riesgos y desafíos" que representa para la economía suiza, y de preocupaciones gubernamentales sobre los requisitos de capital de la entidad resultante. UBS aún enfrenta importantes desafíos, como la integración de su sistema informático con el de Credit Suisse y la migración de clientes
UBS ha dicho que está posicionado para un crecimiento a largo plazo con inversiones en "nuestra gente, productos y capacidades, incluida la tecnología, con el despliegue de 50.000 licencias de Microsoft 365 Copilot para nuestros empleados antes de marzo de 2025, la mayor implementación en la industria global de servicios financieros hasta la fecha".
“Nuestro desempeño en el tercer trimestre demuestra la fortaleza de nuestras franquicias de clientes únicas, nuestra escala global y nuestro modelo de negocio diversificado. En un contexto de mercado que, si bien fue constructivo, aún mostró períodos de alta volatilidad y dislocación, nuestros negocios lograron un impresionante crecimiento de ingresos al mantener un fuerte impulso con los clientes, especialmente en América y Asia-Pacífico. Seguimos mitigando significativamente el riesgo de ejecución mientras avanzamos en la integración de Credit Suisse, manteniendo al mismo tiempo una disciplina estricta en el cumplimiento de nuestras metas de coste y eficiencia. Paralelamente, estamos invirtiendo en nuestra gente, productos y capacidades, incluida la tecnología, para mejorar la experiencia del cliente, incrementar la productividad y lograr un crecimiento rentable y sostenible”, ha declarado Sergio P. Ermotti, CEO del grupo.