El fabricante japonés de automóviles Toyota logró un beneficio neto atribuido de 1,17 billones de yenes (7.960 millones de euros al cambio actual) en la primera mitad de su año fiscal, transcurrida entre abril y septiembre de este año, lo que supone un 23,2% menos.
La facturación de la empresa en la primera mitad del año fiscal se situó en 17,709 billones de yenes (120.824 millones de euros), lo que representa una subida del 14,4% en comparación con el mismo período del año anterior.
En los seis primeros meses del ejercicio fiscal actual, el beneficio operativo de la compañía que preside Akio Toyoda se situó en 1,41 billones de yenes (7.755 millones de euros), lo que supone un descenso del 34,7%.
La multinacional ha precisado que los ingresos operativos han caído debido al incremento de los precios de los materiales y los costes extraordinarios que están sufriendo a pesar de el efecto positivo de la depreciación del yen.
De esta forma, Toyota ha advertido de que han revisado a la baja su previsión de producción de vehículos, hasta los 9,2 millones de vehículos en este ejercicio fiscal.