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ThyssenkruppTHYSSENKRUPP - Archivo

El grupo industrial alemán Thyssenkrupp registró un beneficio neto atribuido de 1.136 millones de euros al cierre de su año fiscal, frente a las pérdidas netas de 115 millones de euros contabilizadas en el ejercicio precedente, según ha informado este jueves la compañía, que ha propuesto el reparto de un dividendo de 0,15 euros por acción, el primero en cuatro años.

El volumen de pedidos acumulados en el ejercicio por la alemana alcanzó los 44.297 millones de euros, con un crecimiento del 12% en el año, mientras que las ventas sumaron 41.140 millones de euros, un 21% más, y el resultado bruto de explotación (Ebitda) creció un 129%, hasta 3.248 millones.

Los ingresos de la unidad de materiales aumentaron un 34% en el ejercicio, hasta 16.444 millones de euros; los de componentes industriales un 10%, hasta 2.766 millones; los de tecnologías automotrices un 7%, hasta 4.825 millones, y un 47% los de acero en Europa, hasta 13.156 millones. De su lado, las ventas del negocio de sistemas marinos cayeron un 9%, hasta 1.831 millones.

En el cuarto trimestre de su año fiscal, Thyssenkrupp logró un beneficio neto atribuido de 389 millones de euros, frente a las ganancias de 116 millones del mismo periodo del ejercicio precedente.

Los pedidos recibidos entre julio y septiembre alcanzaron los 10.391 millones de euros, un 27% por debajo de la cifra del cuarto trimestre del ejercicio anterior, mientras que las ventas de la multinacional sumaron 10.568 millones, un 12% más.

"Las cifras muestran que hemos hecho un buen progreso con la transformación de Thyssenkrupp y pudimos aumentar significativamente el rendimiento operativo de los negocios", declaró Martina Merz, consejera delegada de Thyssenkrupp, quien advirtió de que el entorno actual será cada vez más competitivo a largo plazo, por lo que la empresa continuará dando máxima prioridad al rendimiento y la productividad.

En este sentido, junto con medidas específicas para mejorar la competitividad de sus negocios, Thyssenkrupp sigue progresando en los ajustes de su fuerza laboral, habiendo encontrado soluciones socialmente aceptables para 9.950 de los casi 13.000 empleos que se eliminarán según los planes actuales, incluyendo alrededor de 2.100 en el último año fiscal.

"Dentro de nuestro proceso de transformación, hemos logrado alrededor del 80% de las reducciones de personal planificadas. Por lo tanto, estamos pasando gradualmente de la fase de reestructuración requerida para la transformación y podemos concentrarnos en aumentos de productividad", declaró Oliver Burkhard, director de Recursos Humanos de Thyssenkrupp.

Por otro lado, sobre la base de las cifras del último año fiscal, la dirección de la multinacional propondrá en la junta general del 3 de febrero de 2023, el pago de un dividendo de 0,15 euros por acción para el año fiscal 2021/2022, el primero en cuatro años.

"Esta propuesta refleja, por un lado, el importante fortalecimiento del balance, la mejora del rendimiento operativo del grupo y la mejora de la posición financiera neta; por otro lado, tiene en cuenta las condiciones inciertas y desafiantes del presente año fiscal", indicó la compañía.

Sin embargo, como consecuencia de la normalización de los precios de sus divisiones de materiales y acero en Europa, en un contexto de mercado dominado por la crisis energética, la alta inflación y el aumento de las tasas de interés, Thyssenkrupp espera "una reducción significativa" de las ventas en el ejercicio fiscal en curso, mientras que confía en que el beneficio neto alcanzará al menos el punto de equilibrio ('break even').

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