Las acciones de Tesla han caído un 12,33% en Wall Street después de que el fabricante de vehículos eléctricos reportara unos resultados del segundo trimestre que no han colmado las expectativas de consenso. La firma ha registrado entre abril y junio un beneficio neto de 1.478 millones de dólares, lo que representa una caída del 45% en relación al mismo periodo del año pasado.
Esto se traduce en un beneficio por acción de 0,42 dólares, lejos de los 0,78 dólares por título del segundo trimestre de 2023. Además, el BPA ajustado ha sido de 0,52 dólares, por debajo de las previsiones de consenso, que anticipaban ganancias de 0,62 dólares por acción.
Sin embargo, la compañía sí que ha colmado las expectativas del mercado con su cifra de negocios, que ha crecido un 2% desde el mismo periodo de 2023, para alcanzar los 25.500 millones, mientras que el consenso de analistas esperaba 24.770 millones de dólares.
Los ingresos procedentes del negocio de automóviles han caído un 7% desde el segundo trimestre del año pasado, hasta los 19.878 millones, mientras que la facturación del segmento de energía se ha duplicado y ha aportado 3.014 millones al total. Los 2.608 millones restantes corresponden a "servicios y otros ingresos", una partida que ha deparado una mejora interanual del 21%.
"En el segundo trimestre, logramos ingresos trimestrales récord a pesar de un entorno operativo difícil. El negocio de almacenamiento de energía continúa creciendo rápidamente, estableciendo un récord en el segundo trimestre con 9,4 GWh de implementaciones, lo que resulta en ingresos récord y ganancias brutas para el segmento en general", detalla la firma.
La empresa también destaca que el progreso de sus iniciativas de inteligencia artificial (IA) "continuó en el segundo trimestre", un periodo en el que Tesla redujo el precio de su sistema de conducción autónoma total (FSD, por sus iniciales en inglés). La compañía asegura que "estos programas han demostrado ser exitosos y están sentando las bases para una monetización más significativa".
"Nos centramos en reducir las intervenciones con FSD, al tiempo que mejoramos la comodidad de conducción. En particular, lanzamos una versión de FSD (supervisada) que se basa principalmente en la visión de software de seguimiento para controlar la atención del conductor. También aumentamos la solidez de nuestro modelo FSD de próxima generación con sustancialmente más parámetros", detalla.
De cara al futuro, la firma asegura que "continúa avanzando" en el desarrollo de software y hardware para su servicio de conducción autónoma y también para el robotaxi.
"Optimus está realizando su primera tarea manipulando baterías en una de nuestras instalaciones. La extensión sur de Gigafactory Texas está a punto de completarse y albergará nuestro grupo más grande de H100 hasta el momento", desvela.
En lo que respecta a las previsiones, Tesla asegura que su tasa de crecimiento del volumen de vehículos "puede ser notablemente menor" que la lograda en 2023, ya que sus equipos "trabajan en el lanzamiento del vehículo de próxima generación y otros productos".
"Si bien continuamos ejecutando innovaciones para reducir el costo de fabricación y operaciones, con el tiempo esperamos que nuestras ganancias relacionadas con el hardware vayan acompañadas de una aceleración de la inteligencia artificial, el software y las ganancias basadas en flotas", concluye.
Asimismo, subraya que "los planes para vehículos nuevos, incluidos modelos más asequibles, siguen encaminados para el inicio de la producción en el primer semestre de 2025".
"Estos vehículos utilizarán aspectos de la plataforma de próxima generación, así como aspectos de nuestras plataformas actuales y podrán producirse en la misma planta de fabricación que nuestra línea de vehículos actual. Este enfoque dará como resultado una reducción de costos menor de lo esperado anteriormente, pero nos permitirá aumentar prudentemente nuestros volúmenes de vehículos de manera más eficiente en términos de gasto de capital durante tiempos de incertidumbre", concluye.