- -0,238£
- -1,24%
Royal Dutch Shell obtuvo un beneficio atribuido de 8.640 millones de dólares (7.439 millones de euros) en los primeros nueve meses del año frente a las pérdidas de 17.666 millones de dólares (15.210 millones de euros) del periodo anterior. El beneficio del tercer trimestre se redujo hasta los 4.130 millones de dólares (3.560 millones de euros) desde los 5.534 millones del trimestre anterior, por debajo de las expectativas del mercado.
Su beneficio antes de impuestos fue de 13.560 millones de dólares (11.675 millones de euros), frente a las pérdidas antes de impuestos de 22.842 millones de dólares (19.666 millones de euros) de hace un año.
Los ingresos totales llegaron en el periodo a 182.434 millones de dólares (157.075 millones de euros), un ascenso del 32% frente a los primeros nueve meses de 2020.
Shell ha aprovechado la publicación de estas cuentas para fijar un nuevo objetivo para sus emisiones operativas directas de gases de efecto invernadero. La compañía ha anticipado que reducirá las emisiones absolutas de sus operaciones y de la electricidad que utiliza, conocidas como Scope 1 y 2, a la mitad para 2030 en comparación con 2016.
El consejero delegado, Ben van Beurden, ha destacado que "este trimestre hemos generado un flujo de caja récord, hemos mantenido la disciplina de capital y hemos anunciado nuestra intención de distribuir 7.000 millones de dólares a nuestros accionistas con la venta del negocio Permian. Hoy también hemos fijado un nuevo objetivo para 2030 de reducir a la mitad las emisiones absolutas de nuestras operaciones, en comparación con los niveles de 2016 en términos netos. En conjunto, esto es una prueba clara de cómo estamos acelerando nuestra estrategia Powering Progress, de forma decidida y rentable".
