El gigante petrolero Saudi Aramco se ha visto afectado por los precios más bajos del petróleo y los volúmenes vendidos, y su impacto se ha dejado sentir en los resultados de la compañía, cuyo beneficio neto ha caído un 23% en el tercer trimestre, hasta los 32.600 millones de dólares frente a los 42.400 millones de dólares del año anterior.
Con todo, las cifras, que se han situado en línea con las de otras grandes empresas de energía como ExxonMobil y Chevron, ha sido mejores de lo esperado por el mercado, que había previsto se situaran en 31.800 millones de dólares.
Los ingresos, por su parte, también han registrado un descenso hasta los 113.090 millones de dólares en el trimestre, frente a los 144.990 millones del mismo lapso de 2022, mientras que los pagos de cánones y otros impuestos han bajado hasta los 14.700 millones de dólares desde los 24.300 millones del ejercicio previo.
"Nuestros sólidos resultados financieros refuerzan la capacidad de Aramco para generar valor constante para nuestros accionistas y continuamos identificando nuevas oportunidades para hacer evolucionar nuestro negocio y satisfacer las necesidades de los clientes", ha afirmado Amin H. Nasser, presidente y consejero delegado de la petrolera.
Aramco ha mantenido su pago de dividendos de 29.400 millones de dólares a los inversores y al gobierno saudí. De esa cantidad, 19.500 millones de dólares constituyen el pago de dividendos base, que se pagará en el cuarto trimestre, y otros 9.900 millones de dólares forman parte del dividendo vinculado al rendimiento.
La distribución de 9.900 millones de dólares "se pagará en el cuarto trimestre sobre la base de los resultados combinados de todo el año 4 y nueve meses de 2022", ha explicado la empresa.
En este sentido, cabe destacar que el Estado saudí es, en su inmensa mayoría, el mayor accionista de Aramco y posee directamente el 90,19%, el Fondo de Inversión Pública (PIF, por sus siglas en inglés) soberano el 4% y la filial del PIF Sanabil otro 4%.
Asimismo, Arabia Saudí, el mayor exportador de petróleo del mundo y líder de facto del grupo de países productores de petróleo de la OPEP, comunicó el domingo que mantendría su recorte voluntario de la producción de petróleo de 1 millón de barriles diarios (bpd) hasta finales de año y que el mes que viene volverá a revisar su decisión.
"Tenemos la intención de continuar invirtiendo en toda la cadena de hidrocarburos, aprovechando tecnologías de vanguardia para optimizar nuestras operaciones y avanzar en el desarrollo de soluciones energéticas emergentes. Es un enfoque basado en nuestra creencia de que un plan de transición energética equilibrado y realista debe considerar las necesidades de todas las geografías, para evitar disparidades entre los consumidores globales de energía", ha concluido Amin H. Nasser.