Philips también se ha sumado a la ola de despidos que están anunciado las empresas aprovechando la presentación de resultados. En su caso, ha dicho que suprimirá 6.000 puestos de trabajo y que la mitad de ellos se materializará este año. Lo ha dicho tras presentar sus cuentas del cuarto trimestre y explicar que ha perdido 105 millones de euros frente al beneficio de 151 millones del año anterior.
La pérdida por acción en los últimos tres meses del año ha sido de 0,12 euros, frente al beneficio de 0,18 euros de hace un año. Sin embargo, el resultado de explotación ha crecido hasta 171 millones de euros, frente a los 162 millones del año anterior.
El EBITA ajustado se ha situado en los 651 millones de euros, o el 12% de las ventas, en el cuarto trimestre. Hace un año fue de 647 millones de euros, o el 13,1% de las ventas. Las ventas del grupo han ascendido a 5.420 millones de euros, un 10% más que los 4.940 millones del año anterior.
Philips ha explicado que la cartera de pedidos sigue siendo sólida, aunque ha reconocido que la entrada de pedidos comparables ha descendido un 8% en el trimestre debido a la menor demanda de productos relacionados con el Covid-19 en comparación con 2021 y a las acciones de la compañía para mejorar el perfil de márgenes de la cartera de pedidos.
Además, Philips ha dicho que tiene la intención de presentar a la Junta General de Accionistas de 2023 una propuesta para pagar un dividendo de 0,85 euros por acción, y distribuir dicho dividendo en acciones.
De cara al futuro, la compañía ha afirmado que espera lograr un crecimiento de las ventas comparables de un dígito bajo y un margen EBITA ajustado de un dígito alto en 2023. Asimismo, estima que el comienzo de año será "lento" teniendo en cuenta la ralentización de la demanda de los consumidores y una mejora gradual de la conversión de la cartera de pedidos durante 2023, con mejoras a lo largo del año respaldadas por las acciones en curso en materia de productividad, precios y otras.
MÁS DESPIDOS DE LOS PREVISTOS
Sin embargo, pese a ello, ha anunciado los mencionados despidos. La firma holandesa ha dicho que suprimirá 6.000 puestos de trabajo para restablecer su rentabilidad tras la retirada de aparatos respiratorios, que supuso la pérdida del 70% de su valor de mercado. Tal y como ha explicado, la mitad de los recortes de empleo se llevarán a cabo este año, y la otra mitad se realizará en 2025.
Cabe recordar que el pasado mes de octubre Philips presentó un plan para reducir su plantilla en un 5%, es decir, en 4.000 personas, para afrontar las consecuencias de la retirada de millones de respiradores utilizados para tratar la apnea del sueño por el temor a que la espuma empleada en los aparatos pudiera resultar tóxica.
Los despidos debería llevar a Philips a lograr un margen de beneficios de menos de diez puntos, medido por los beneficios ajustados antes de intereses, impuestos y amortización (EBITA), para 2025, y a un margen de entre diez y diez puntos más allá de ese año, con un crecimiento de las ventas comparables de un dígito, según los cálculos de la firma.
"Philips no está aprovechando todo el potencial de su sólida posición en el mercado, ya que se enfrenta a una serie de importantes retos operativos", ha afirmado Roy Jakobs, nuevo consejero delegado del grupo. Asimismo, el directivo ha remarcado que la organización simplificada también debería mejorar la seguridad y la calidad de los pacientes y la fiabilidad de la cadena de suministro.
En cualquier caso, Jakobs ha asegurado que la empresa seguirá invirtiendo el 9% de sus ventas en investigación y desarrollo, pero se centrará en "menos proyectos, con más recursos y de mayor impacto".