La petrolera BP registró en 2019 un beneficio neto atribuido de 4.026 millones de dólares (3.639 millones de euros), lo que supone una caída del 57% en comparación con el año anterior, según ha informado la compañía este martes, que ha atribuido este descenso principalmente al impacto de la debilidad del mercado. Sus acciones han subido un 4% en la Bolsa de Londres.
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Por su parte, BP logró una facturación total y otros ingresos de 282.616 millones de dólares (255.456 millones de euros), un 6,9% menos que los conseguidos en 2018. Mientras, las adquisiciones en 2019 se situaron en 209.672 millones de dólares (189.522 millones de euros) y los gastos de producción se situaron en 21.815 millones de dólares (19.718 millones de euros).
BP informó de que los ingresos por las desinversiones llegaron en 2019 a 2.200 millones de dólares (1.988 millones de euros), y la deuda neta se situó el 31 de diciembre de 2019 en 45.400 millones de dólares (41.037 millones de euros), 4,3% más que el año anterior.
La compañía ha aumentado los dividendos de los accionistas en un 2,4% hasta 10,5 centavos (9,4 céntimos) por título, que serán pagados el próximo 27 de marzo aunque la cifra correspondiente a libras esterlinas será dada a conocer el 16 de marzo.
El consejero delegado de la petrolera, Bob Dudley, ha señalado que la empresa "está rindiendo bien" y cuenta con operaciones "seguras", al tiempo que ha destacado los progresos estratégicos. Este buen rendimiento, agregó, ayuda a cumplir con el compromiso de la empresa de beneficiar a los accionistas a largo plazo. El directivo indicó que en los últimos diez años la empresa ha hecho importantes logros y manifestó su satisfacción de marcharse -ya que este es su último trimestre como directivo- con una petrolera más fuerte y más segura.
