Los resultados de Nokia han decepcionado al situarse por debajo de las expectativas. En el primer trimestre del año, la compañía ha registrado un beneficio neto atribuido un 31,6% superior al del año pasado, con 279 millones de euros. El grupo ha avisado de que hay señales de desaceleración del gasto de los clientes.
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"De cara al futuro, estamos empezando a ver algunos signos de que el entorno económico está afectando el gasto de los clientes", ha señalado en un comunicado el presidente ejecutivo y consejero delegado de Nokia, Pekka Lundmark, quien confía en que sea un episodio pasajero y que se trate de "una cuestión de tiempo".
El beneficio bruto entre enero y marzo ascendió a 2.196 millones de euros, un 1,2% por encima del mismo periodo de 2022, mientras que el beneficio neto comparable (excluyendo extraordinarios) cayó un 18%, hasta los 342 millones de euros.
Por su parte, las ventas netas de Nokia crecieron un 10% en el primer trimestre, hasta los 5.860 millones de euros, superando las estimaciones. La compañía espera que al final del ejercicio esta partida alcance la cifra de entre 24.600 y 26.200 millones de euros.
Por sectores, el negocio de infraestructuras registró unos ingresos de 2.248 millones, un 13,9% más, mientras que el de redes móviles totalizó 2.567 millones, un 13,2% más.
