Nissan registró un beneficio neto de 65.400 millones de yenes (543 millones de euros al cambio actual) en el primer semestre fiscal japonés (de abril a septiembre), lo que se traduce en una caída del 73,5% respecto de sus cuentas del mismo periodo del ejercicio anterior, según datos publicados por la empresa.
Por su parte, los ingresos de Nissan entre abril y septiembre sumaron 5 billones de yenes (41.530 millones de euros), un 9,6% por debajo de los ingresos obtenidos un año antes, mientras que el beneficio operativo del fabricante automovilístico japonés registró una caída del 85% en los seis primeros meses del año fiscal nipón, hasta 31.600 millones de yenes (262 millones de euros).
En el segundo trimestre de su ejercicio fiscal, Nissan obtuvo un beneficio neto de 59.000 millones de yenes (490 millones de euros), un 54,8% menos que entre julio y septiembre del año pasado, mientras que la facturación de la compañía bajó un 6,6%, hasta 2,63 billones de yenes (21.845 millones de euros).
En la primera mitad del ejercicio, las ventas mundiales de automóviles disminuyeron un 5,9%, hasta 43,85 millones de unidades, mientras que las ventas de Nissan alcanzaron los 2,5 millones de unidades, un descenso del 5,9% en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior.
Las ventas de Nissan en Japón disminuyeron un 1,3%, hasta 281.000 unidades, mientras que en China vendió 718.000 automóviles, en línea con el mismo intervalo de 2018, aumentando un 0,8% su cuota de mercado en el gigante asiático, hasta el 6,2%. Por su parte, el fabricante japonés registró una caída del 4,3% de sus ventas en Estados Unidos, hasta 679.000 unidades, y del 19,7% en el mercado europeo, hasta 265.000 automóviles.
Y en otros mercados, incluyendo Asia, Oceanía, Latinoamérica y Oriente Próximo y África, las ventas de Nissan cayeron un 11,4%, hasta 360.000 unidades.
De cara al conjunto de su ejercicio fiscal, el fabricante japonés ha recortado en un 5,4% su previsión de ventas mundiales, hasta 5,24 millones de unidades.