Miquel y Costas ha presentado sus cifras de los nueve primeros meses del año, un periodo en el que la compañía ha obtenido un beneficio neto de 33,3 millones, un 42,1% más en relación con el resultado obtenido en el mismo lapso del año anterior, gracias a la disminución del precio de los suministros, el impacto de las inversiones llevadas a cabo y la política comercial practicada.
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El importe neto consolidado de la cifra de negocios entre enero y septiembre se ha situado en 243,9 millones de euros, experimentando una disminución del 5,9% con respecto al mismo ejercicio de 2022.
Por líneas de negocio, los productos para la industria del tabaco han incrementado sus ventas un 3,6% por el efecto de la subida de precios, mientras que los productos industriales han mostrado una caída del 20,8%, debido principalmente a la reforma y la posterior puesta en marcha de una de las máquinas de la sociedad MB.
Por su parte, la línea de papeles especiales para otros sectores ha reducido sus ventas en un 8,5% como consecuencia de la debilidad de la demanda en el mercado de la edición.
El cash-flow después de impuestos ha alcanzado los 47,5 millones de euros, superando en un 29,3% el obtenido en el mismo periodo del año anterior. Los fondos generados han sido aplicados principalmente a la inversión en activos fijos, al pago de dividendos, a la adquisición de acciones propias y a las inversiones financieras e instrumentos de liquidez.
Durante el cuarto trimestre, Miquel y Costas espera mantener la tendencia mostrada en los nueve primeros meses, siguiendo la senda de recuperación de los niveles de rentabilidad. "La apuesta por el proyecto industrial del grupo pasa por la consolidación de las inversiones realizadas junto con la ejecución del nuevo plan trianual de inversiones, base fundamental para su futuro crecimiento", ha explicado la compañía.